sábado, 27 de diciembre de 2014

La actictud platónica hacia el pensamiento - en you tube -

LA ACTITUD PLATÓNICA 
HACIA     EL    PENSAMIENTO
 
Para los platónicos, la razón era la suprema expresión del espíritu interno, y aquel que alcanzaba la altura de la razón pura podía discriminar entre lo falso y lo verdadero. La emoción era el enemigo de la razón porque desvía a la mente de su verdadero estado impersonal e imparcial.
En cierto grado el platonismo - igual que el buddhismo - es una filosofía de desapego. Busca la elevación de todas las relaciones del plano material al filosófico.
Ambos, Platón y Pitágoras, creían que el vínculo de ideales filosóficos comunes son más estrechos y unen más que los de la sangre.
En el lenguaje de estos filósofos griegos: “Es mi hermano aquel cuyo intelecto está en el mismo nivel que el mío; es mi padre aquel cuyo intelecto está en un nivel superior al mío; y es mi hijo aquel cuyo intelecto está en un nivel inferior al mío. Solamente es enemigo mío quien intenta destruir el poder de mi pensamiento, y es un extraño con quien no tengo nada en común intelectualmente”. Así, elevando todas las relaciones a una dignidad filosófica y ética, Platón buscaba unir al mundo en una camaradería mental.
Posiblemente, la única forma de platonismo que, aun como concepto intelectual, es familiar al término medio de los individuos, es la teoría del amor platónico. Pero, aunque oímos con frecuencia hablar de esta particular forma de afecto, la mayoría de los individuos actúan en un plano demasiado bajo para poder demostrar la practicidad de este concepto. El nivel del pensamiento es también al verdadero nivel de la vida. Cuando el individuo eleva 
sus pensamientos a planos superiores, alcanza, finalmente, esa esfera de realización que lo liberta de la esclavitud de la percepción sensoria. Para el filósofo, pensar es vivir. Las perspectivas que se abren con la educación de la mente, permiten al pensador morar en un universo de ilimitada vastedad. Aunque fundamentalmente animal, el hombre está separado del reino animal por sus facultades mentales conscientes. Si es incapaz de usar su mente, técnicamente sigue siendo parte del reino animal.
Platón, al reconocer en el universo los elementos de inteligencia y orden, infirió que su Creador debe ser, también, un poder inteligente y organizado. Él empleaba la palabra Razón no sólo en su sentido convencional, sino también, como término apropiado a la
expresión racional de ese divino poder supraconsciente que gobierna las innumerables manifestaciones de la naturaleza. La mente humana está separada de la Mente Divina por el intervalo de la conciencia. El hombre puede, por lo tanto, elevando su conciencia más allá de los estrechos límites de lo humano, alcanzar la naturaleza perfecta y universal de la Mente Divina y adquirir la inmortalidad consciente.
De acuerdo con Platón, las llamadas esclavitud y libertad son estados de la mente más que del cuerpo. Si la mente es libre, la esclavitud es una imposibilidad filosófica; porque aunque el cuerpo esté encadenado, el alma no puede esclavizarse si es capaz de
expresarse a si misma por medio de un intelecto altamente evolucionado. Por otra parte, aunque el cuerpo esté libre, si el individuo deja controlar su naturaleza espiritual por sus tendencias animales, es realmente un esclavo.
La verdadera libertad reside únicamente en la sabiduría y el entendimiento, porque toda criatura es esclava de su propia ignorancia. Los pueblos salvajes reverencian en ciega adoración al viento y al fuego. De aquí que, a mayor entendimiento menos temor; y mientras menos se teme más cerca se está de la libertad. En la ignorancia, el hombre tiene temor por todo; en la sabiduría, ama todas las cosas.

Manly Palmer Hall – La Cultura de la Mente
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