lunes, 7 de agosto de 2017

CARTA MENSUAL by Manly P. Hall


CARTA MENSUAL

Dedicado a problemas espirituales y filosóficos -- by Manly P. Hall

Washington, D.C, Mayo 1, 1935

Querido Amigo: 

El segundo año de nuestra Carta Mensual para Estudiantes empieza con esta edición. Sentimos que muchas personas que están estudiando las enseñanzas de Sabiduría Antigua estarán interesadas en una consideración más o menos detallada de problemas vitales que surgen en el curso de sus estudios. La búsqueda del conocimiento esta asaltada por numerosos problemas. Preguntas surgen, problemas se presentan y el curso de acción se convierte confuso y enredado. Con el fin de que la mente pueda ser dejada libre en su búsqueda de verdad esencial debe haber un sentido general de seguridad intelectual. Benjamín Franklin es acreditado con el adagio: “Asegúrate de estar en lo correcto y luego avanza”. En dedicar nuestras siguientes doce cartas a preguntas vitales que se ocupan de cuestiones metafísicas esperamos corregir algunos errores comunes en el campo y ayudar al estudiante corriente a orientarse en el vasto mundo de la filosofía. Cada mes, por tanto, elegiremos algún problema de importancia y después de haber tratado su significación general desglosarlos en sus aspectos menores e indicar un curso sensato de acción en el departamento de pensamiento o vida bajo consideración. 

PREGUNTA: ¿CÓMO PUEDE UN ESTUDIANTE DE LAS ENSEÑANZAS DE LA SABIDURÍA ANTIGUA CONTACTAR FUENTES BONA FIDE DE FILOSOFÍA OCULTA E INSTRUCCIÓN ESPIRITUAL? ¿CUÁL ES LA RUTA MÁS SEGURA PARA EL ESTUDIANTE DEL CONOCIMIENTO SUPERIOR SEGUIR EN ESTE TIEMPO EN SU BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA? 

Durante miles de años los más sabios y nobles de los seres humanos en toda civilización y nación han deseado la verdad por encima de cualquier posición temporal. La búsqueda de la verdad es la aventura más noble de la vida y el logro de la verdad es la perfecta recompensa por la acción perfecta. Hay un camino trillado al que Buda le llamo el Camino Medio que evita todos los extremos e inconsistencias de acción y conduce finalmente a la vida de sabiduría. Miles de años de experiencia han establecido y desarrollado y hasta cier to grado perfeccionado, la ciencia de la salvación por medio de la sabiduría. Hay una sola manera de hacer algo y muchas maneras incorrectas de hacerlo. Solo hay una entrada al gran templo del conocimiento universal. Aquel que intente entrar por alguna otra puerta o irrumpirse en la elevada ciudadela de la verdad, ese es un “ladrón y salteador”. Aquellos que se dedican a los procesos de disciplina y la mejora personal establecidos por los antiguos maestros, se están preparando para entrar en la casa de la sabiduría por la puerta correcta. Por otro lado, aquellos tontos mortales que creen poder respirarse, cantarse, entonarse, psicologizarse o afirmarse a un estado de omnisciencia y realización están intentando abrir cerraduras cuyas llaves no han limado. Dichos descaminados son como aquellos derviches aulladores descritos por Omar cuyos gemidos resuenan ante las puertas del templo; y sin embargo, no tienen nada dentro de ellos mismos que amerite su admisión.  
Como ha señalado Immanuel Kant, el hombre en búsqueda de conocimiento tiene dos cursos abiertos. El puede dirigir sus facultades internamente para lograr un contacto interno con la fuente de sabiduría, o el puede dirigir su atención externamente en su esfuerzo de conocer a través de un contacto externo con el fenómeno de la existencia. En términos más simples, el puede buscar la verdad dentro o fuera de si mismo. La verdad procedente del interior o del Yo puede ser llamada INSPIRACIÓN y la verdad procedente del exterior, de otras personas o cosas puede ser denominada INSTRUCCIÓN. La verdad como inspiración o instrucción, cuando aplicada, se convierte en experiencia. Podemos definir la experiencia como la prueba de acción y mediante la experiencia el hombre hace la sabiduría universal suya. 

Primero consideraremos el problema de INSPIRACIÓN o la sabiduría proveniente del contacto interno. Es teóricamente evidente que este método tiene sus riesgos, tanto como sus ventajas y en practica estos problemas en la mayoría de los casos asumen proporciones formidables. Las tres ventajas principales del método inspiracional son: 

1ra. El conocimiento procedente del interior no esta adulterado por opiniones e interpretaciones, ni ha sido sujeto a la influencia devitalizante del secterianismo. 

2da. El conocimiento procedente del interior enlaza al estudiante más cerca a la fuente de la sabiduría, creando un estado de suficiencia mental y espiritual que no depende de las problemáticas de la religión organizada. Cada hombre y el Dios dentro de el constituyen una mayoría. 

3ra. El conocimiento inspiracional siempre esta a un alto grado afinado a la necesidad del individuo que la recibe. Una inspiración no fluye a una conciencia completamente no apta para recibirla. Existe, por consiguiente, una practicabilidad y razonabilidad en la relación entre la inspiración y el inspirado. 

Para resumir, por consiguiente, podríamos decir que la inspiración es una relación muy deseable con la verdad universal y el fin hacia el cual todo aprendizaje debe finalmente conducir. 

Desafortunadamente el curso del conocimiento inspiracional esta plagado de ciertos problemas perceptibles que son dolorosamente evidentes entre los metafísicos modernos. Para entender estos problemas es necesario examinar brevemente ciertos aspectos de la vida subjetiva del hombre – su anatomía psíquica y fisiológica, por así decirlo. Si el hombre consistiese únicamente de cuerpo y espíritu, el inspiracionalismo no ofrecería ninguna dificultad, pero desgraciadamente para el místico común, intervienen entre la conciencia y la forma una gama de impulsos y fuerzas psíquicas. Existe un organismo psíquico que es el poder detrás de nuestros reflejos sensoriales y emocionales y en la practica del misticismo estas ecuaciones psíquicas frecuentemente confunden las emanaciones de la inspiración. Un hombre que piensa que acaba de recibir un mensaje del Infinito podría solo estar recibiendo un reflejo de algún complejo psicológico, un reflejo o inhibición que esta cargando consigo en su personalidad subconsciente o subjetiva. Mientras que el alma humana permanezca un enredo de instintos, apetitos, antipatías y apegos, como lo es con el hombre corriente, solo un hombre muy sabio podrá aislar e identificar una inspiración verdadera. 

Dado lo que antecede debería ser evidente que la inspiración no es un sustituto para la disciplina filosófica. Solo después de que el individuo haya correctamente organizado toda su vida, mediante el autocontrol y la racionalización de todas sus percepciones, será el realmente capaz de medir los méritos y deméritos de los llamados destellos de inspiración y revelación. Los principales problemas del inspiracionalismo y los varios sistemas de “absolutismo” metafísico pueden ser desglosados para fines prácticos en tres categorías : 

1ra. Es casi imposible para la persona corriente, incluso después de muchos años de estudio metafísico, determinar con exactitud la diferencia entre inspiración e imaginación. Lo que al principio puede parecer el mismo báculo de la verdad puede resultar meramente siendo la sustancia de cosas esperadas. 

2da. La imposibilidad de determinar con certeza la verdadera fuente y sustancia de una presunta inspiración muy frecuentemente deja al estudiante víctima de las más grotescas absurdidades de su propia mente subconsciente. 

3ra. Debido a que los esfuerzos para desarrollar las facultades inspiracionales son usualmente débiles, acientíficos y contienen una demasía de filosofía de auto-negación, estos esfuerzos frecuentemente conducen a la mediumnidad e incluso a la obsesión. Bajo dichas condiciones la fuente de la supuesta inspiración podría ser por la obsesión o posesión de una entidad absolutamente sin cualificación para regular los asuntos del serio buscador de la verdad. 

En esencia entonces, mientras el verdadero Yo es sin duda el perfecto maestro y la fuente de todo bien eterno, el camino hacia ese Yo esta tan lleno de trampas, obstáculos e ilusiones que el novicio no puede atentar este camino de forma segura hasta que el motivo noble tenga como soporte suficiente conocimiento y un alto grado de discriminación. 

Sobre estos temas hablamos con abundancia experiencia. Casi no transcurre una semana sin que una alma sincera e ignara nos venga con una historia de ‘’conciencia cósmica’’. La mayoría de estas personas han abandonado una fe ortodoxa y están naufragados en un mar de nociones. Estas pobres personas traen sus visiones, intuiciones y experiencias psíquicas para ser confirmadas. Si señalamos la absurdidad de aquello que es absurdo, nosotros, ciertamente, incurrimos en el disgusto de estas personas que sienten que no tenemos el derecho de cuestionar la validez de lo que para ellos es una verdadera ‘’experiencia interna’’. 

Es inútil explicar que “interno” es un termino muy amplio que no solo cubre la parte espiritual del hombre, sino que también incluye todo su organismo psíquico; y para ser exactamente literal también su estomago e hígado. Habiendo contactado cientos de personas obsesionadas por la significación de sus experiencias ‘’internas’’ o visiones, todavía no he encontrado un caso de verdadera inspiración o visión espiritual sin una mente organizada e informada, emociones bien equilibradas y normalmente manifestadas y un alto estado de superioridad espiritual e intelectual. Personas neuróticas e inhibidas puede que tengan experiencias psíquicas y ocasionalmente algunas de sus visiones puede que tengan satisfacción personal. El verdadero filosofo, sin embargo, no esta interesado en Quijas aun cuando ocasionalmente digan la verdad. Una calidad de inspiración aceptable debe transcender pequeños problemas fenoménicos. 

Los monjes del Budismo Zen, cuya doctrina esta basada en VERDAD INTERNA, nos han dejado buenos preceptos. Ellos dicen que cuando un hombre habla con su Verdadero Yo, cuando mediante el más alto logro humano él es elevado a aquella verdad que eternamente reside dentro de él mismo, él no ve ni escucha nada. Ninguna visión elaborada o fantástica viene a él, ni seres del mundo invisible pronuncian vastos discursos. El pequeño yo (personalidad), cuando es elevado a una identidad temporal con el gran Yo (universalidad), ni siente ni percibe, sino que – SABE. Para aquello que es conocido bajo estas condiciones no hay palabras. 

Aquel que posee la verdad no la puede describir ni definir pero, momentáneamente CONVIRTIÉNDOSE en ella, tiene un completo sentido de participación en ella. La más elevada sabiduría es el silencioso hecho. Aquellos que la alcanzan en silencio, la preservan en silencio y la instruyen en silencio. El hombre puede ser instruido mediante la palabra y el acto en cuanto a la manera de alcanzarlo, pero con respecto al logro en sí, todos los grandes maestros son iguales – silenciosos.

 * * * * * 

 Del primer método de aproximarse a la verdad, el de contacto interno, pasamos ahora al siguiente, el camino de contacto EXTERNO. Debería ser entendido que la verdad en sí es superior a cualquier medio mediante el cual tratamos de alcanzarla. Todo progreso conduce hacia la verdad. El progreso, crecimiento y desarrollo son manifestaciones del impulso hacia la verdad, pero el medio nunca debe confundirse con el fin. Cuando nos referimos, por consiguiente, al logro de la verdad mediante el contacto externo, no queremos decir que la Realidad en sí es percibida externamente, sino que de ciertos contactos externos podemos adquirir instrumentos de comprensión y entendimiento con los cuales estamos mejores preparados para abordar el misterio de la verdad misma. 

Consideraremos ahora medios de contacto externo o instrucción en materias místicas bajo tres encabezados: 

1ra. Instituciones o individuos que afirman poseer un conocimiento exacto de las disciplinas a través de las cuales el hombre puede ser elevado a una condición de seguridad espiritual. 

2da. La literatura de los tiempos, incluyendo libros religiosos y filosóficos que se supone que contienen conocimiento suficiente como para permitir al estudiante obtener una base solida en las ciencias metafísicas.

3ro. La naturaleza misma con sus numerosos ejemplos de procesos espirituales y toda forma de ejemplos, acción y reacción que a través de su observación el estudiante podría adquirir una educación razonable en ley universal. Estos tres caminos externos hacia la sabiduría son un desarrollo de las Tres Joyas de Buda, o como el las llamo: La Vida, la Palabra y la Iglesia, por medio de las cuales la tradición es perpetuada. Con la iglesia hemos de entender todas las organizaciones espirituales. Con la palabra la vasta literatura de sabiduría del mundo. Con la Vida, la naturaleza en sí y el ejemplo de la verdad en acción. 

Estos tres medios que existen en el universo material como medios para el logro de la verdad indican los tres escalones del templo filosófico que inevitablemente han de ser escalados por cada buscador de la verdad. En la escuela de la filosofía el grado más bajo de posición es el de estudiante y corresponde con la filosofía de la acción, y su labor es la OBSERVACIÓN. Ellos son representantes en el templo de la naturaleza. El segundo grado es el de discipulado. Ellos han de adquirir su conocimiento a través del estudio y experiencia. El tercer grado esta compuesto de los mismos iniciados y representan las ordenes y escuelas secretas mediante las cuales la tradición es perpetuada de manera organizada. Estos tres grados son otra interpretación de las Tres Joyas de Buda. La analogía es evidente. 

En nuestra búsqueda de la fuente de conocimiento espiritual, debemos ahora examinar más detalladamente las tres avenidas de contacto EXTERNO o instrucción. Consideraremos instituciones e individuos que afirman en el momento actual estar perpetuando la eterna tradición. Examinemos primeramente las instituciones: 

Desde los tiempos más remotos las universidades, colegios, templos y comunidades dedicadas al estudio y diseminación de las ciencias espirituales han florecido entre el hombre. Aunque las escuelas de filosofía establecidas por los griegos, egipcios, romanos y los caldeos desvanecieron con la desaparición de estas civilizaciones, similares centros de cultura han continuado en Asia hasta la actualidad. Hay abundante evidencia en los escritos de los pensadores más iluminados del mundo que distintos beneficios espirituales son derivados de la participación en las enseñanzas y disciplinas de estas sectas y sociedades. Los Misterios del estado de los griegos y las grandes instituciones ceremoniales de los egipcios perpetuaron el conocimiento más oculto y concedía a los candidatos la arcana acumulada de la raza. Entonces si parecemos criticar a las organizaciones metafísicas modernas, no es porque despreciamos la teoría de sociedades filosóficas, sino mas bien porque la mayoría de ordenes modernas se han alejado de los antiguos cimientos y base y no pueden ser considerados representantes bona fide de los sistemas antiguos. 

La diferencia importante entre las antiguas instituciones ocultistas y las modernas sociedades metafísicas pueden ser consideradas bajo tres encabezados: 

1ero. Las grandes Escuelas de los Misterios de la antigüedad eran administradas por el estado, mientras que todas las organizaciones modernas en el mundo occidental están bajo directiva privada. Esta cuestión en particular es más importante de lo que parece a primera vista. Las organizaciones privadas luchando por su existencia no disfrutan de la seguridad, autoridad o reconocimiento necesario para una amplia esfera de influencia. Una doctrina, la cual para ser útil debe ser unida, es separada en numerosos fragmentos relativamente aislados que solo pueden existir haciendo proselitismo y compitiendo una con otra. Donde existen muchas sectas, hay poca sabiduría. Las antiguas Escuelas de los Misterios no estaban reducidas al dilema de mantenerse a si mismas mediante la propaganda de alta presión y venta, ni la necesidad financiera las forzaban a aceptar en sus rangos personas que no poseían ninguno de los verdaderos atributos que los cualificaban para recibir instrucción espiritual. El mundo antiguo operaba bajo la conciencia cualidad, mientras que el mundo moderno busca perpetuarse únicamente bajo la teoría de cantidad. Cuando escuchamos de una orden religiosa con un millón de miembros, o una sociedad filosófica con varios miles de ‘’iniciados’’, nos vemos obligados a llegar a la inevitable conclusión de que la membresía de la organización esta hinchada con una gran contingencia cuya única función activa es el pago de cuotas. Los antiguos templos de sabiduría aceptaban únicamente los mejores hombres. Las sociedades modernas son obligadas, frecuentemente contra su propio buen juicio, a aceptar a cualquiera que cumpla con los requerimientos monetarios. 

2do. Los Misterios establecidos de la antigüedad poseían una tradición metafísica ininterrumpida que había descendido a través de una larga línea de hierofantes desde el principio del tiempo. El mérito de estos sistemas es mejor inferido por el alto orden de hombres y mujeres que atestiguaron la sublimidad de las enseñanzas. Pitágoras, Platón, Aristóteles, Plutarco, Proclo, Plotino, Hipatia, Fidias, Hipócrates, Cicerón y un sinnúmero más reconocieron la supremacía de los Misterios establecidos de los griegos o romanos. Mentes de esta calidad no son fácilmente engañadas por doctrinas superficiales. Ordenes que ganaron la admiración de intelectos de esta índole efectivamente deben haber sido íntegramente admirables. La mayoría de sociedades místicas modernas son ordenes de búsqueda pero no de logro. Son basadas en las opiniones e interpretaciones de individuos y no en un cumulo de conocimiento. Cientos de pequeñas sectas surgen y reunen pequeños grupos de seguidores sinceros a su alrededor. Pronto contiendas y maquinaciones se ponen en marcha y estas sectas colapsan sobre ellas mismas y de ellas no hay más mención. Los ‘’unidores’’ de los movimientos místicos modernos son en gran parte un grupo desilusionado. 

3ro. Instituciones como los templos de los Misterios de la antigüedad no pueden florecer en un orden social esencialmente contrario a sus principios. Los Misterios estatales de las antiguas naciones formaban parte del espíritu de su tiempo. Los hombres, considerando la sabiduría como la virtud principal y no dominados por un complejo económico agresivo, respetaban sus centros de conocimiento y les daban una gran cantidad de apoyo moral a la más apreciada de sus instituciones. Los movimientos modernos de ocultismo, obteniendo su membresía de un orden social comercializado, materializado y esencialmente egoísta, están destinados a corromperse y finalmente disiparse por la tendencia del carácter de sus miembros. Un hombre puede ofrecerle a un sistema de pensamiento solo lo que el es y cuando muchas personas egoístas se reunen para apoyar una causa desinteresada, el inevitable fin es que esta causa desinteresada gradualmente se extinga, ahogada en un mar de egoísmo. Cuando dos o más están reunidos en este mundo moderno, es casi seguro que el interés propio estará también presente. El interés propio es fatal para el bien común y la política no tiene lugar en la asamblea de la verdad. 

El camino del misticismo organizado en la edad moderna esta por consiguiente asaltado de muchos problemas y personas asociándose con sociedades modernas son muy aptas a generar más exasperación que inspiración de sus afiliaciones. 

Deberíamos ahora examinar los movimientos existentes de ocultismo clasificándolos bajo dos encabezados generales, a los cuales les llamaremos sencillamente sinceros e insinceros. Esta cuestión en particular no tiene relación alguna con la antigüedad del movimiento o su presunta relación con organizaciones más antiguas. Simplemente se refiere a la pregunta: ¿Es el movimiento honesto o deshonesto? Naturalmente no esta dentro del ámbito de nuestro tratamiento referirnos a organizaciones especificas o listar los nombres de aquellas que pensamos que son honestas o deshonestas. Hemos de ocuparnos únicamente con principios y no confundirnos con el elemento mucho menos importante de las personalidades. 

Consideramos movimientos sinceros aquellos que tienen la mejoría del hombre como su verdadera razón de ser e insinceras y completamente detestables aquellas dedicadas al lucro y están explotando por sus propias ganancias las aspiraciones espirituales de hombres y mujeres honestas. 

De esto no necesariamente se deduce que incluso una organización sincera puede completamente ignorar sus problemas financieros. Siempre que los movimientos filosóficos no estén apoyados por el estado, deberán ser apoyados por la cooperación inteligente de sus miembros. Para ser merecedor de confianza una organización filosófica debe indicar que es capaz de honesta y constructivamente administrar sus finanzas. Por otra parte, casi todas las instituciones religiosas y filosóficas del mundo occidental están incorporadas como corporaciones sin fines de lucro. Deben ser apoyadas y deben demandar una medida razonable de apoyo, pero cuando entran al área de explotación y mala representación por ganancias, pierden el respeto y apoyo de todos los estudiantes sinceros. 

Estudiantes inclinados a afiliarse con organizaciones de ocultismo deberían examinar con el más alto cuidado los méritos y deméritos del movimiento. Es suma insensatez impulsivamente asociarse con una organización que no haya sido meticulosamente examinada y analizada con gran discriminación. Organizaciones fantásticamente nombradas con pretensiones glamurosas y presunciones imposibles deberían, claro está, ser completamente evitadas. Cualquier grupo afirmando ser los únicos poseedores de profundos y antiguos secretos deberían ser evitados a toda costa. Simples y estudiosos grupos de hombres y mujeres inteligentes, teniendo ninguna pretensiones, pero haciendo y viviendo un alto estándar de integridad personal y colectiva, sin modas pasajeras ni fetiches y sin una elaborada maquinaria política, son los únicos grupos merecedores de una mínima consideración. No hay duda de que tales grupos existen, pero rara vez se publicitan. Operando en silencio, son conocidos por sus obras y no por sus palabras. Para el “unidor”, un pequeño consejo: Sopesa todas las cosas y aférrate únicamente de aquello que es simple, bueno, razonable y honesto. 

De las afirmaciones de organizaciones modernas como fuentes de educación espiritual, debemos pasar ahora a las afirmaciones de individuos presumiendo ser embajadores de sistemas secretos de conocimiento. En la actualidad el fraude en esta área es particularmente flagrante. En su conjunto los profesores individuales son un problema más amenazante que las organizaciones. Estas ultimas tienen una cierta tangibilidad física y sus afirmaciones son más fácilmente registradas, probadas o refutadas. El profesor itinerante, por el otro lado, debe usualmente ser aceptado a partir de su palabra, o de una examinación critica de sus doctrinas o pretensiones. Hay numerosos ejemplos en la historia de individuos iluminados quienes, sin formar parte de ninguna organización, han inmensamente contribuido al bien humano. El nombre de Sócrates se destaca, también el de Jacob Boehme y Emanuel Swedenborg. De hecho, muchos grandes sistemas de filosofía fueron fundados por profesores itinerantes que no desarrollaron ninguna organización o institución durante sus propias vidas. 

A diferencia de este tipo hay numerosas tribus de oportunistas metafísicos que son verdaderos parásitos quienes se han pegado al árbol de la filosofía. Para la persona corriente que carece de la habilidad de distinguir con certeza los méritos de varias afirmaciones y pretensiones, solo hay un curso razonable y seguro para tener en cuenta. El metafísico fraudulento es usualmente delatado por sus propias palabras y acciones. Diez años es aproximadamente lo más que cualquiera de ellos puede operar, y muchos de los afirmadores más extravagantes no duran siquiera seis meses. Aquello que no resiste la prueba del tiempo no es merecedor de aceptación. El charlatán metafísico generalmente no es muy ingenioso e instintivamente sigue líneas de mínima resistencia. Por consiguiente sus tergiversaciones caen en varias categorías fácilmente detectadas si son sujetas al pensamiento critico. Sus afirmaciones pueden ser consideradas como sigue: 

a. Él es generalmente la única persona poseedora de una verdad muy superlativa que ha recibido directamente de los Mahatmas de la India u otra fuente igualmente augusta difícil de confirmar. 

b. Él esta dispuesto a comunicar este conocimiento extraordinario a quienquiera, que tenga desde cinco a veinte-y-cinco dólares, en diez lecciones fáciles que resultan inevitablemente en el estado de adepto. El puede que tenga acciones y bonos, pozos petrolíferos o laxantes como negocios suplementarios. 

c. Él casi siempre infiere que la posesión del peculiar conocimiento del cual él es el único dueño (derecho de autor aplicado) inevitablemente causará que el individuo suficientemente afortunado de recibir su instrucción sea saludable, exitoso, rico y sabio. A partir del momento que el termine el curso, el estudiante estará predestinado a la opulencia y a una voluntad dominante. 

d. El medio por el cual estos milagros son logrados incluyen técnicas de respiración sofisticadas, diferentes tipos de afirmaciones, “el pensamiento radiante”, estimulación de la mente subconsciente, elevar el Kundalini, apertura del tercer ojo y “entrar en el silencio”. 

e. Numerosos aparatos mecánicos para que asistan en la espiritualidad a veces son ofrecidos a la venta a un precio razonable, incluyendo ‘’orejeras’’ psíquicas para aislar las distracciones del mundo exterior, discos fonográficos para imprimir la mente subconsciente mientras duerme, etc. etc. 

f. La forma más nueva y refinada de explotación metafísica incluye revelaciones especiales para la salvación de la sociedad de un colapso social inminente. Hay un incremento inusual en el numero de presuntos mensajes de varios adeptos en la actualidad – una situación que ha de ser visto con algo de sospecha. 

Hay muchas variaciones en la técnica de los pseudo-adeptos, pero siempre recuerda que cualquier persona en cualquier tiempo prometiendo a cualquier estudiante o buscador de la verdad cualquier medida sea cual sea de iluminación espiritual es, ciertamente, fraudulento o se auto-engaña. Todo desarrollo espiritual proviene del interior del individuo, surgiendo de la disciplina y la auto-mejora. Ningún hombre puede incrementar la espiritualidad de otro. Atentarlo seria ignorar una de las leyes más fundamentales de la naturaleza – la ley del Karma. El hombre gana sabiduría mediante el pensamiento y la acción recta. Las escuelas legítimas de la sabiduría antigua y los maestros legítimos de la doctrina no le ofrecen espiritualidad a nadie. Ellos meramente indican el camino de acción, el cual, si es seguido con consagración e inteligencia por largos años, resultará en cierta mejora de carácter y conocimiento. 

Los secretos esotéricos nunca son divulgados por los Misterios antiguos o ninguno de sus emisarios a ningún estudiante sin un periodo de cinco a diez años de probación. La idea prevalente de que en unos cuantos meses algún individuo, totalmente sin base en la filosofía o la religión comparativa, puede llegar a ser merecedor de personalmente contactar a los Maestros de la Sabiduría y recibir instrucción de ellos, conduce a una desilusión lamentable. 

Para concluir, por consiguiente, el problema de escuelas o profesores individuales como fuentes de iluminación espiritual, solo podemos advertir a los buscadores de la verdad que se están enfrentando a un problema que requiere facultades de discriminación casi superhumanas. Los fraudes más simples, claro esta, solo engañan a los totalmente desinformados, pero hay falsificaciones elaboradas que han engañado a personas de alta integridad y con una considerable medida de juicio. Mantener la ley del Karma constantemente en mente y evitar todo aquello que incluso en pequeña medida viola esta ley universal de compensación, resultará de gran protección. Si dentro de ti mismo sabes que no estas preparado para la iluminación y que por muchos años no has practicado las disciplinas del pensamiento y el vivir recto, no permitas que ningún hombre u organización te convenza que te pueden otorgar lo que tu mismo no has desarrollado internamente. 

Ahora pasaremos a la segunda división principal de nuestro problema de adquirir conocimiento a través del contacto externo. 

La LITERATURA DE LAS EDADES es para el principiante en estudios místicos con creces la manera más segura. Es menos dramático que el contacto personal y menos romántico que los pseudo-adeptos, pero los problemas de decepción y desinformación son grandemente reducidos. Todo esto es susceptible de un análisis impersonal. Con ello no queremos decir que todos los libros son buenos o que todos los libros de ocultismos son verdad. Hay millones de libros comparativamente despreciables, productos de juicio inmaduro, prejuicio y pensamiento desequilibrado. Por otro lado hay ciertos restos literarios de la más alta significación y de la más alta integridad. 

El hombre y la mujer corriente pueden sentarse en tranquilidad en la comodidad de su propio hogar o estudio y a través de las paginas de un gran libro recibir instrucción de las fuentes mismas del conocimiento del mundo. La persona corriente que paga veinticinco dólares a un charlatán o a un profesor parcialmente informado puede asegurar mejor y mayor cantidad de conocimiento en su tema dedicando varias tardes a la lectura de libros de texto auténticos de su biblioteca publica gratuita. 

Si vamos a estudiar ciencia, estudiémosla de los más grandes maestros – Bacon, Descartes, Copérnico, Vesalius, Huxley, etc. Si vamos a estudiar filosofía y religión, derivémosla de sus fuentes y prefiramos a Buda, Confucio, Lao Tze, Pitágoras o Platón a la sofistería insignificante de sus desinformados exponentes modernos. 

Todo estudiante de la sabiduría antigua debería acumular para si mismo una pequeña, pero selecta biblioteca de material de fuente original. En nuestras propias andanzas hemos contactado cientos de estudiantes de ocultismo quienes han gastado comparativamente grandes sumas en la búsqueda de conocimiento espiritual. Recientemente una persona me dijo que ella había acabado de pagar ciento cincuenta dólares a un profesor fraudulento a cambio de instrucción espiritual que ella nunca recibió. Lo único que ella realmente recibió por su dinero fue un serio problema nervioso causado por trucos de respiración. Estos ciento cincuenta dólares, si invertidos en algunos libros selectos, habría grandemente enriquecido a la persona en el conocimiento que tan seriamente deseaba. Ella habría tenido que dedicarle al menos cuatro años a la lectura de estos libros, estudiándolos y pensando en ellos. Ella habría terminado esta tarea varias veces mejor informada que el profesor itinerante que la estafó. 

Las personas a veces dicen que no quieren estudiar en casa, que no le encuentran el placer a largas tardes con libros pesados. Si tal es el caso, tres o cuatro mentes afines pueden estudiar juntas, utilizando el libro como texto y profesor y creando lo que los Griegos llamaron un simposio. Grupos más grandes usualmente son desafortunados aun siendo sinceros, pero mitad de una docena o menos, reuniéndose regularmente durante un largo periodo, puede lograr muchísimo. Por lo menos evitan la explotación y desilusión encontradas  al aceptar palabras de una persona desconocida y sin cualificación. 

Mi experiencia con libros en el área del ocultismo es razonablemente amplia. Frecuentemente he pensado en bibliotecas practicas para estudiantes del ocultismo variando en función de su coste para cubrir las necesidades y limitaciones financieras del estudiante. Una biblioteca increíblemente buena puede ser acumulada por tan solo cincuenta dólares y por quinientos dólares como máximo un importante laboratorio de conocimiento puede ser acumulado que iluminará y enriquecerá al hombre o mujer pensante a lo largo de la vida. Por supuesto, si los libros son usados como ornamentos para la estantería de la biblioteca, no harán ningún bien, pero si son estudiados inteligente e diligentemente y sus principios aplicados, no solo enriquecerán la mente, pero también a gran medida LIBERARAN CORRIENTES DE INSPIRACIÓN INTERNA. 

Como punto de partida, vamos asumir una biblioteca de diez libros cuidadosamente seleccionados y ajustados a las necesidades del individuo que esta razonablemente familiarizado con los principios generales de la filosofía y las ciencias ocultas, pero que desean perfeccionar y dirigir sus conocimientos: 

1. * Historia de la Filosofía, por Thomas Stanley. 
2. * Proclo sobre la Teología de Platón, traducido por Thomas Taylor. 
3. * La Restitución de la Teología Platónica, Thomas Taylor. 
4. * Anacalypsis, por Godfrey Higgins. 
5. Isis Sin Velo, H.P. Blavatsky. 
6. La Doctrina Secreta, H.P. Blavatsky. 
7. La Humanidad, Su Origen y Destino, por un Maestro Anónimo de las Artes de Oxford.
8. Concepto Rosa Cruz del Cosmos, por Max Heindel 
9. Moral y Dogma del Rito Escoses Antiguo, por Albert Pike 
10. El Bhagavad-Gita, un fragmento del clásico Hindú El Mahabharata 

Con el precio actual de los libros, esta biblioteca costaría aproximadamente ciento setenta y cinco dólares. Los cuatros libros marcados con un asterisco (*) son caros y solo pueden ser conseguidos a través de un vendedor de libros raros. 

Cualquier persona en posesión de estos diez volúmenes tiene una obra de toda una vida por delante para dominar y aplicar el conocimiento contenido en ellos. En la presencia de literatura de esta índole, palabras poderosas que vivirán a través de las edades, ningún estudiante de la sabiduría antigua debería sentirse que carece de medios para conocer la verdad. El conocimiento esta aquí y esta a la espera de la industria del estudiante. Ninguna otra revelación es necesaria mientras estos libros permanezcan fáciles de conseguir y comparativamente sin leer ni asimilar. 

Un buen libro es el acercamiento más seguro para un estudiante moderno de ocultismo a las enseñanzas de aquellos antiguos maestros cuya sabiduría tan tristemente necesitamos en este mundo de materialismo.

En nuestra próxima carta comenzaremos con la tercera rama de nuestro estudio de medio externos para el contacto de la sabiduría. Consideraremos la Naturaleza como un libro de la ley divina. 

Suyo muy sinceramente, 
MANLY P. HALL 

Traducción por Damian Baladeva

Washington, D.C, Mayo 1, 1935
*