sábado, 27 de diciembre de 2014

Entrenamiento de la mente en el camino que debe seguir - en you tube -


ENTRENAMIENTO DE LA MENTE 
    EN EL CAMINO QUE DEBE SEGUIR

en you tube, desde aquí
https://www.youtube.com/watch?v=XO4I13Pn6DQ&feature=youtu.be
 
Cierta vez un antiguo filósofo judío, declaró que el Señor ha colocado en el rostro humano las instrucciones para alcanzar la inmortalidad. De acuerdo con normas artísticas, el rostro está dividido, horizontalmente, en cuatro partes. La sección inferior, desde la barba hasta la base de la nariz, representa la parte material de la naturaleza. De la base de la nariz hasta el puente de ella, están los elementos vitales, o acuosos, correspondientes al éter, o aliento. Del puente de la nariz al nacimiento del cabello están las facultades aéreas, o intelectuales; y desde la línea del cabello hasta la coronilla está lo ígneo, o poderes espirituales. El rabino daba énfasis, particularmente, al hecho de que hay siete aberturas en la cabeza humana; dos ojos; dos oídos, dos ventanas de la nariz, y una boca. De las siete, seis están dedicadas a la recepción del conocimiento, o sea, ver por los ojos, oír con los oídos e inhalar el principio de la vida por las ventanas de la nariz. La séptima, hace ambas cosas, recibe y da. Recibe alimento para el mantenimiento del cuerpo físico, y por medio de la lengua revela el conocimiento adquirido por los ojos y oídos, y los varios sentidos de percepción. De estas siete aberturas, seis están destinadas a la acumulación de conocimiento, en tanto que sólo la séptima es la que revela o disemina aquello que ha sido logrado. Conforme a esta proporción, el hombre debería recibir seis veces más que lo que da.
Pitágoras sostenía que el mejor modo de entrenar la mente era dedicarla, exclusivamente, por un definido período de tiempo, a la recepción del conocimiento.
Aquellos que querían ser sus discípulos aceptaban el voto llamado “silencia pitagórico”, esto es, controlar el habla por un período de cinco años. No pudiendo tomar parte en ninguna discusión, los discípulos fueron, gradualmente, comprendiendo profundamente que era mucho más provechoso el ser oyente; porque como interviniente, uno se vuelve, invariablemente, tan personalmente interesado en sostener su posición que pierde de vista la proposición como un todo.
El segundo objetivo perseguido por Pitágoras era el logro del autocontrol; porque un individuo que puede controlar su palabra por cinco años, con seguridad, posee un cierto grado de autocontrol. El tercer propósito era eliminar los buscadores superficiales del conocimiento. La mera curiosidad, Pitágoras lo sabía, no podía resistir esa rigurosa prueba, en tanto que aquellos que eran capaces de esperar cinco años sin perder su interés, eran 
también suficientemente sinceros para responder a las instrucciones conferidas.
Además, otro gran maestro formuló un sistema de inestimable valor pera aquel que desea seguir la vida filosófica. Consiste en un curso de autoanálisis. Se hace un inventario de cada facultad y tendencia. Considerando al número 100 como dechado de perfección, el discípulo estima, lo más conscientemente que pueda, el grado de desarrollo de esas facultades en su propia naturaleza. Si es deshonesto en su estimación, él es el único que sufre. Los porcentajes logrados se suman entre si y se saca un promedio. Aceptando ese  promedio como “standard”, el discípulo procura elevar aquellas facultades que caigan demasiado de ese promedio. Aquellas facultades que estuvieran a un nivel normal no hacía
especial esfuerzo en mejorarlas, y así, con el esfuerzo que hace por elevar sus facultades defectuosas, logra un equilibrio en las diversas partes de su propia naturaleza. Más tarde, deberá hacerse una nueva estimación de valores, y seguir, así, el mismo procedimiento.

Manly Palmer Hall – La Cultura de la Mente

en you tube, desde aquí
https://www.youtube.com/watch?v=XO4I13Pn6DQ&feature=youtu.be

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