lunes, 6 de noviembre de 2017

Los hermanos de trajes resplandecientes


LOS HERMANOS DE TRAJES RESPLANDECIENTES
Por Elizabeth Hansen

Los resplandecientes, caminan en trajes de belleza, con sus caras vueltas hacia Dios, sus manos extendidas al hombre para ayudarlo en su camino. Ellos siempre iluminan al buscador de la Verdad, estando ansiosos y listos para felicitar al hermano recientemente elevado. La decadencia o la muerte no los puede tocar; en senderos alados de noche circundan este Globo oscuro como Luces Resplandecientes, faros encendidos, para mostrar al fatigado que el camino hacia Dios no se ha perdido.

¿Quiénes son estos seres radiantes que caminan en trajes de gloria, consagrando sus vidas al Servicio de la Humanidad? ¿Son Dioses, Angeles o seres de alguna estrella lejana? No, no son nada de eso; ellos son Hermanos, nuestros Hermanos Mayores, los hombres que pertenecen a nuestra propia oleada de vida, siendo los pioneros que nos han adelantado; que han desarrollado los poderes que Dios les ha dado como potencialidades latentes para convertirlas en actividad dinámica.

Estos son los verdaderos superhombres que han merecido el derecho de servir como Auxiliares de Dios en la Obra Gloriosa del Plan Cósmico. Ellos han abierto un sendero ante nosotros, el recto y angosto Sendero de la Iniciación habiéndose liberado de la rueda del Renacimiento.

Ansiosamente esperan que desarrollemos nuestras propias luces, para que también nosotros nos volvamos Luces Resplandecientes y alguna vez nos unamos al rango de esta exaltada Hermandad. El apresuramiento debe venir de adentro del corazón de cada individuo, pues también nosotros somos poseedores del derecho divino del libre albedrío en cada pensamiento, palaba y obra.

Cristo dijo: “Dejad que brille vuestra luz ante los hombres, para que puedan ver sus obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en el Cielo.” Pero ¿cómo podemos desarrollar nuestra luz individual? Una y solamente una es la respuesta necesaria. Por medio de un esfuerzo sincero y persistente, recordando siempre que “ EL UNICO FRACASO QUE UNO PUEDE TENER ES EL DE DEJAR DE LUCHAR.”
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Hasta aquí he resumido este maravilloso artículo que trata un tema tan elevado como sublime que nos habla de esos seres grandiosos, nuestros Hermanos Mayores, describiendo el bendito trabajo que realizan revestidos con sus Trajes Resplandecientes y lo importante de señalar es que cada uno de nosotros como Chispas Divinas que somos y perteneciendo a la misma oleada de vida que ellos, podemos capacitarnos mediante el Servicio altruista, noble y desinteresado a la humanidad, tal como lo enfatizaba Max Heindel, para realizar la misma labor que ellos hacen siempre en bien de la humanidad a la que aman con todo fervor y dedican sus mejores esfuerzos para que puedan completar su aprendizaje y unirse a ellos en su tarea gloriosa.

FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL
Calle Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Ciudad de Córdoba – República Argentina


Agradecemos al Sr. Raul Sasia, por este aporte 

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