miércoles, 11 de noviembre de 2015

El Cuerpo Mental

CAPÍTULO IV FUNCIONES
El cuerpo mental es el vehículo por medio del cual; el Yo Superior, se manifiesta y expresa como intelecto. La mente es el reflejo del aspecto cognoscitivo del Yo Superior como Conocedor; es el Yo Superior actuando en el cuerpo mental. La mayoría de las personas son incapaces de separar al humano de la mente; en consecuencia, para ellos el Yo Superior que buscan, es la mente. Esto es tanto más natural;, cuanto que, en la presente etapa de la evolución, los humanos de la Quinta Raza están trabajando especialmente en el desenvolvimiento del cuerpo mental. El cuerpo físico fue vivificado; en el pasado, como vehículos de conciencia. El Mente06Ccuerpo astral está también vivificado; al menos, parcialmente, en la mayoría de los humanos. La vivificación del cuerpo mental es la obra; a la cual la humanidad, debiera ahora dedicarse más especialmente. El desenvolvimiento del cuerpo astral; cuya función es expresar kama, o emoción y deseo, fue la obra especial de la Cuarta Raza-Raíz, la atlante. Asimismo, es el trabajo especial de la Cuarta Subraza de la Quinta Raza-Raíz, la Celta. Como se dijo antes, la cualidad, que la Quinta Raza-Raíz, lo mismo que la Quinta Sub-raza, tienen la misión especial de realizar es el desarrollo de manas; o mente, la clase de intelecto que discrimina y nota las diferencias entre las cosas. En el estado actual de desenvolvimiento a medias; la mayoría de los humanos buscan las diferencias desde su propio punto de vista, no tanto para comprenderlas, cuanto para resistirlas, hasta para oponerse a ellas violentamente. No obstante, cuando la facultad esté desarrollada a la perfección, las diferencias se observarán con calma, con el único fin de comprenderlas y juzgar cuales son las mejores. Podríamos agregar que; en el estado actual de desenvolvimiento de la Quinta Sub-raza, la debilidad de los demás es campo de explotación, de esclavitud. Algo que pisotear, para encumbrarse sobre ello, en lugar de ayudar a que se valga por sí mismo. No obstante; por desagradable que sea en sus primeras etapas, este desenvolvimiento mental es básico y esencial, porque el verdadero espíritu crítico es necesario para que haya progreso real. El estado de desenvolvimiento de la mente y de las emociones de la raza humana; de la presente época, requiere algunas explicaciones más. La presente; o Cuarta Ronda, tiene como principal función el desenvolvimiento del deseo, o emoción. La Quinta Ronda, está destinada a desarrollar el intelecto. Sin embargo; en virtud del estímulo dado por los Señores de la Llama, el intelecto está ya considerablemente desarrollado, habiéndose adelantado una Ronda completa al programa normal. Por lo demás, se ha de tener en cuenta que el intelecto; del cual el humano se siente tan envanecido, es infinitesimal, comparado con el que poseerá el humano medio al culminar la Quinta Ronda que sigue. Los Señores de la Llama, vinieron a esta tierra desde Venus; durante la Tercera Raza- Raíz, e inmediatamente se hicieron cargo de nuestra evolución. El Jefe de los mismos es llamado en los libros hindúes, Sanat Kumara; con éste vinieron tres Lugartenientes y unos veinticinco Adeptos como auxiliares. Unos cien seres humanos ordinarios fueron traídos de Venus, los cuales se mezclaron con la humanidad ordinaria de la Tierra. Estos son los Grandes Seres de Quienes; dice La Doctrina Secreta, que implantaron la chispa en los hombres sin mente y despertaron en estos el intelecto. La acción de Aquellos fue realmente un estímulo magnético, cuya influencia atrajo a la humanidad hacia ellos, lo cual permitió a los humanos desarrollar la chispa latente y devenir individualizados.

Volviendo a nuestro tema, se ha de tener siempre presente, que no obstante ser necesario, para el análisis y el estudio, separar al humano de los vehículos que utiliza; el Yo Superior es uno, por muy diversas que sean las formas en que se manifiesta. La conciencia es una unidad; las divisiones que hacemos en ella son para fines de estudio, o son ilusiones debidas a que nuestro poder de percepción es limitado por los órganos por medio de los cuales este poder actúa en los mandos inferiores. El Yo Superior tiene tres aspectos: Poder de conocer, poder de voluntad, poder de dar energía; de estos surge diversidad de pensamientos, de deseos y de acciones. No obstante; el entero Yo Superior conoce, quiere y actúa. Tampoco estas funciones están completamente separadas; cuando conoce, actúa y quiere. Cuando actúa, también conoce y quiere. Cuando quiere, Dar02también conoce y actúa. Una función predomina; a veces, en tal medida que encubre enteramente a las otras, pero hasta en la concentración más intensa de conocer -La más separada de las tres- hay siempre una energía latente y una voluntad latente, discernible como presente por el análisis cuidadoso. Una explicación un poco más amplia ayudará a comprender. Cuando el Yo Superior está en quietud, se manifiesta el aspecto Conocimiento, capaz de asumir la semejanza de cualquier objeto presentado (Como veremos más adelante). Cuando el Yo Superior está concentrado; con intención de cambiar de estado, aparece el aspecto Voluntad. Cuando el Yo Superior; en presencia de un objeto, emite energía para establecer contacto con el objeto, se manifiesta el aspecto Acción. Se ve; pues, que estos tres aspectos no son divisiones separadas del Yo Superior; no son tres cosas unidas en una o combinadas, sino un todo indivisible, manifestándose de tres maneras. Desde el punto de vista del Yoga Oriental, “mente”, es sencillamente la conciencia individualizada -La entera conciencia, incluso las actividades. El Yoga describe la conciencia de este modo: 1) Apercibirse de los objetos; el aspecto inteligencia, la nota dominante del plano mental. 2) Deseo de conseguir los objetos; el aspecto deseo, nota dominante del plano astral. 3) Esfuerzo para conseguir los objetos; el aspecto actividad, la nota dominante del plano físico. En el plano búdico conocimiento como razón pura, predomina. Cada uno de estos aspectos está presente en todo momento; pero uno predomina unas veces; y otro, otras veces. Volviendo ahora a un examen más detallado de la mente, vemos que el pensamiento abstracto es una función del Yo Superior, expresándose por medio del mental superior, o cuerpo causal. El pensar concreto (Como se dijo antes) es realizado por el Yo Superior en el cuerpo mental inferior, según se lo llama a veces. El mecanismo del pensamiento concreto lo estudiaremos enseguida. La memoria y la imaginación empiezan también en el cuerpo mental. El germen de la memoria está en Tamas1, o inercia de la materia, la cual es la tendencia a repetir las vibraciones, una vez iniciadas, al impulso de la energía. El cuerpo mental es; así, el vehículo del Ego, el Pensador real quien reside en el cuerpo causal. Pero; aunque el cuerpo mental está destinado a ser, con el tiempo, el vehículo de !a conciencia en el plano mental inferior, también actúa sobre y por medio de los cuerpos astral y físico en todas las manifestaciones que corrientemente se llaman la “mente”, en la conciencia ordinaria de vigilia. El proceso; en detalle, es como sigue: El acto de pensar concreto pone en vibración al cuerpo mental. Esta vibración se transfiere a una octava inferior; por así decirlo, a la materia más grosera del cuerpo astral del pensador. Desde éste afecta; a su vez, a las partículas etéricas del cerebro, y por medio de éstas, pone en acción la materia gris más densa del cuerpo físico. De manera que, todos estos pasos sucesivos son necesarios para que un pensamiento se traduzca en conciencia activa en el cerebro físico.

El sistema nervioso simpático (Involuntario) está mayormente vinculado al cuerpo astral; pero el sistema cerebro-espinal (Parasimpático o voluntario) está más bajo la influencia del Ego, actuando por mediación del cuerpo mental. El proceso que se acaba de describir, se puede elucidar algo más. Cada partícula del cerebro físico tiene su contraparte astral. Si suponemos; para los fines de nuestro examen, al entero cerebro físico extendido formando una capa de una partícula de grueso, podemos imaginar la correspondiente materia astral, lo mismo que la mental, extendidas de la misma manera en capas superpuestas. La astral un poco más Sistema Nervioso01A.jpgarriba que la física; y la mental, encima de la astral. Tendríamos así tres capas de materia de diferente densidad, correspondiéndose una a la otra, pero no juntas en forma alguna, salvo por alambres de comunicación, aquí y allá, entre las partículas físicas y astrales, y entre éstas y las mentales. Esto representa bastante bien la condición en el cerebro del humano medio. De consiguiente cuando un humano con el cerebro en tales condiciones quisiera enviar un pensamiento del mental al físico, el pensamiento; debido a que muchos canales no están abiertos, tendrá que desviarse, por así decirlo, lateralmente por el cerebro de materia mental, hasta encontrar un conducto que puede no ser apropiado. Luego; al llegar al físico, tener que moverse lateralmente antes de encontrar las partículas capaces de expresarlo. Es claro que tal método es desmañado y torpe; pero explica por qué algunas personas no comprenden las matemáticas, o no les gusta la música, el arte, etc. La razón es que la porción del cerebro dedicada a esa facultad particular no está abierta todavía. En el Adepto, el humano perfecto, cada partícula posee su propio alambre o tubo; posee plena comunicación, en todas las porciones del cerebro. De manera que, cada pensamiento tiene su canal adecuado, por el cual puede descender a la materia correspondiente del cerebro físico. Si analizamos el proceso de la conciencia en líneas generales; yendo desde el no-yo hacia dentro al Yo Superior, observamos primeramente, contacto en el cuerpo físico desde el exterior. Este contacto se convierte en sensación en el cuerpo astral; la sensación se transforma en percepción por el cuerpo mental, luego las percepciones se combinan en conceptos, conservando así la forma ideal, la cual constituye el material que hará posible pensamientos futuros. Todo contacto con el no-yo modifica al cuerpo mental, redistribuyendo una parte de la materia del mismo, en un cuadro o imagen del objeto externo. Pensar; en su aspecto forma, es establecer relaciones entre tales imágenes. En el aspecto vida consiste de modificaciones correspondientes en el Conocedor mismo. Cuando el Pensador reforma las mismas imágenes una y otra vez; añadiendo el factor tiempo, aparece la memoria y la anticipación. La conciencia; al trabajar así, recibe, además, luz de arriba en forma de ideas no fabricadas con materiales suministrados por el mundo físico, sino que son reflejadas en ella directamente de la Mente Universal. Cuando el humano razona, añade algo propio a la información recibida de afuera. A medida que su mente trabaja con los materiales suministrados, enlaza las percepciones, mezclando las diversas corrientes de sensación, combinándolas en una imagen. Este trabajo de establecer relaciones; de sintetizar, es en realidad, función peculiar del Conocedor, es una especialidad de la mente. Tal actividad del cuerpo mental actúa sobre el astral, como se dijo antes; y éste, a su vez, actúa sobre el etérico y el denso; con lo cual la materia nerviosa de este último vibra, entonces, bajo los impulsos que se le envían. Esta acción se manifiesta en forma de descargas, eléctricas y corrientes magnéticas que circulan entre las partículas, produciendo intrincadas interrelaciones.

Estas corrientes abren; lo que se llama un cauce nervioso, por el cual otra corriente circulará con mayor facilidad que si la cruzara. Por tanto, si las partículas afectadas por una vibración determinada se ponen de nuevo en actividad al repetir la conciencia la misma idea; la vibración sigue fácilmente por el cauce ya abierto, volviendo a despertar a la actividad a otro grupo de partículas y presentando a la conciencia una idea asociada. Este es, en pocas palabras, el mecanismo de la asociación de ideas, la importancia de lo cual es demasiado bien conocida por todos los estudiantes de psicología; de manera que no es necesario, que la hagamos Sistema Nervioso14resaltar. Se ha indicado antes que la función peculiar de la mente es establecer relaciones entre objetos de conciencia. Esta frase abarca toda la variedad de procesos mentales. Por eso los hindúes hablan de la mente como sexto sentido; pues toma las sensaciones, que entran por los cinco sentidos, y las combina en una sola percepción, haciendo de ellas una idea. Se denomina también a la mente el “Rajah” de los sentidos. De ahí, también, el significado dado al Sutra de que los "vrittis, o modos de la mente, son grupos de cinco”. La expresión grupos de cinco se emplea en el mismo sentido en que el químico habla de valencia, o poder de un elemento de formar combinaciones. Porque la mente es como un prisma que recoge los cinco rayos diversos de sensación de los órganos de los sentidos; o sea, las cinco avenidas de conocimiento, las Jñanendriyas, y las combina en un rayo. Si, además, tenemos en cuenta los cinco órganos de acción; los Karmendriyas2, lo mismo que los órganos de los cinco sentidos, los Jñanendriyas, la mente viene a ser el undécimo sentido; por eso en el Bhagavad Gita se habla de los “diez sentidos y del uno”. Refiriéndonos; no a la mente como sexto o undécimo “sentido” sino a los sentidos del cuerpo mental, encontramos que éstos difieren de los del cuerpo físico. El cuerpo mental se pone en contacto con las cosas del mundo mental, como si fuera directamente y en toda su superficie, de manera que es consciente de todo cuanto cause una impresión sobre el mismo. De modo que; no hay en él órganos distintos para ver, oír, tocar, gustar y oler. En realidad, la palabra "sentidos" es inadecuada; es más exacto decir “sentido”, mental. Se ve claro; por tanto, que, como la comunicación puede ser directa por medio de la transferencia del pensamiento, sin necesidad de formular los pensamientos en palabras, la barrera del lenguaje no existe en el plano mental, como ocurre en el plano astral. Si un estudiante entrenado entra en el mundo mental y allí se comunica con otro estudiante, su mente; “al hablar”, lo hace, a la vez, por medio de color, de sonido y de forma, de manera que se transmite el pensamiento entero como un cuadro coloreado y musical. En vez de sólo en fragmentos, como ocurre en el plano físico, donde empleamos símbolos que llamamos palabras. Existen ciertos libros antiguos; escritos por grandes Iniciados en lenguaje de color, el lenguaje de los Dioses. Tal lenguaje es conocido por muchos chelas (Pupilos de los Maestros); fue tomado, en cuanto a color y forma se refiere, del “lenguaje”, del mundo mental, en el cual, como se ha dicho, un simple pensamiento produce, simultáneamente, forma, color y sonido. No es que la mente piense un color, un sonido o una forma; piensa un pensamiento, el cual es una vibración compleja en materia mental; el pensamiento se expresa de esa manera, a causa de la vibración que establece.

De consiguiente; en su cuerpo mental, el humano está libre de las limitaciones de los órganos de los sentidos separados, puesto que es receptivo, en todos los puntos, a toda vibración que, en el mundo físico, se presentará separada y diferente de las otras. El cuerpo mental del humano medio está; en la actualidad, mucho menos desarrollado, relativamente, que los cuerpos astral y físico. El humano normal; en el presente estado Consciencia02Ade la evolución, se identifica con la conciencia del cerebro, la que actúa sobre el sistema cerebro-espinal (Voluntario). Se siente, distinto y consecutivamente, como "yo" sólo en el plano físico. Es decir, en estado de vigilia. Sin embargo; salvo en cuanto concierne al sistema cerebro-espinal, la conciencia del humano medio actúa desde el plano astral, la esfera de sensación. Pero en los humanos más altamente evolucionados de la quinta raza, el centro de conciencia está en el cuerpo mental, actuando desde el mundo mental inferior. De manera que son impulsados por ideas más que por sensaciones. Es decir que; el humano medio es consciente, pero no auto-consciente en los planos astral y mental. Reconoce los cambios astrales y mentales dentro de sí mismo, pero no distingue entre los iniciados por él dentro de sí, de los iniciados por impacto del exterior sobre sus vehículos astral y mental. Para él, todos son cambios dentro de sí mismo. Por lo tanto, el plano físico es el único mundo “real”, para él; todos los fenómenos de conciencia pertenecientes a los mundos astral y mental son los que llama "irreales", "subjetivos", "imaginarios". Los considera creados por su propia “imaginación”, y no como resultado de impacto de los mundos externos sobre sus cuerpos astral y mental. En efecto, es un infante en lo que respecta a los planos astral y mental. De ahí que; en un humano falto de desenvolvimiento, el cuerpo mental no pueda funcionar libremente en el plano mental, como vehículo independiente de conciencia, durante su vida terrena. Cuando tal humano ejercita sus facultades mentales, éstas se han de revestir de materia astral y física, para ser consciente de la actividad de las mismas. Podemos numerar las funciones principales del cuerpo mental, como sigue: 1) Servir de vehículo del Yo Superior, para expresar pensamiento concreto. 2) Expresar tales pensamientos concretos por medio del cuerpo físico, actuando por mediación del cuerpo astral, el cerebro etérico y el sistema cerebro-espinal. 3) Desarrollar los poderes de la memoria y de la imaginación. 4) Servir, a medida que la evolución avanza, como vehículo de conciencia en el plano mental. A esto se ha de agregar otra función (Elucidación de la cual hemos de dejar forzosamente para un capítulo posterior), la cual es: 5) Asimilar la experiencia adquirida en cada vida terrena y transmitir la esencia de la misma al Ego, el Humano real que mora en su cuerpo causal. Hemos de hacer notar aquí, que el reino animal emplea materia mental en cierta medida. Los animales domésticos superiores indudablemente, ejercitan el poder de la razón; aunque, naturalmente, sus líneas de razonamiento son pocas y limitadas, y la facultad misma es mucho menos potente que en los seres humanos. El animal corriente, sólo emplea la materia de la subdivisión más baja del plano mental; pero los animales domésticos muy desarrollados pueden; en cierto modo, utilizar la materia más elevada de los cuatro subplanos inferiores.


1. La cualidad de tinieblas, “impureza” e inercia: es también la cualidad de ignorancia, por cuanto la materia es ciega. Es un término usado en la filosofía metafísica. Es la más inferior de las tres cualidades (gunas) fundamentales. [En el mundo objetivo Tamas se manifiesta como pesantez, inercia, densidad, tenacidad y tenebrosidad. En la naturaleza interna del hombre se muestra como abatimiento, temor, zozobra, desconfianza, indecisión, indolencia, pereza, ignorancia, ofuscación, ceguedad, ilusión, error, insensatez, apatía, displicencia, torpeza, sueño, letargo, sensualismo, impudencia, dureza de corazón, etc. Es la cualidad predominante en los brutos y en los reinos vegetal e inorgánico. – “Sabe que la cualidad Tamas, nacida de la ignorancia, llevo la ofuscación a todas las almas, esclavizándolas por medio del error, desidia y letargo… La ceguedad, la inercia, el error y la confusión nacen del incremento de Tamas”.

2. Plural castellanizado de Karmendriya; propiamente, Karmendriyâni. – Las cinco potencias o facultades de acción, de las cuales los órganos físicos (Lengua, manos, pies, etc.) no son mas que los instrumentos materiales; por cuyo medio, reaccionamos sobre el mundo exterior. Estas facultades son: Habla, manipulación, locomoción, excreción y generación.

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