martes, 19 de enero de 2016

El Espacio Es Una Entidad

 El Espacio Es Una Entidad

Continuando con los estudios acerca del desarrollo personal; adjunto a la presente se comparte corta interesante exposición sobre El Espacio Es Una Entidad, de Vicente Beltrán Anglada, quien sucintamente señala lo siguiente:

1.- Que El Espacio Es Una Entidad porque el Espíritu (Del Logos Solar o del Padre, etc.) estimula al fohat o las cualidades multidimensionales del Espacio
Espacio22A
para que el Fuego Solar (ElHijo o la Consciencia) active las cualidades multimoleculares del Espacio y finalmente se materialice el Fuego por Fricción (La Madre), la materia o las cualidades multigeométricas.


2.- Lo antes expuesto se puede referencia cuando mucho antes del renacimiento, el Espíritu o elAlma de una persona; por su necesidad deencarnación incita en el 3º Cielo el fohat para que se avive el Fuego Solar, y paulatina y lentamente se vaya plasmando en los distintos planos de lamateria (Mental concretoemocional o astral yfísico) los cuerpos.

3.- Lo mismo acontece cuando alguien; a través de la voluntad (Del Espíritu Divino-Átmico o las cualidades multidimensionales del Espacio), incentiva la imaginación (Del Espíritu de Vida-Búdicoo las cualidades multimoleculares del Espacio), para materializar una idea (Del Espíritu Humano-el Alma o las cualidades multigeométricas del Espacio) en los mundos de la materia.

4.- Los ejemplos anteriormente expuestos incuestionablemente conduce a comprender que El Espacio Es Una Entidad; y que el humano inconsciente o conscientemente usa las fuerzas y la matriz del Espacio para crear, de suerte que en la medida que se tenga mayor conscienciamejores y más provechosas serán las creaciones de toda persona para la humanidad.

Cordiales saludos:

Jorge E. Morales H.

PD: Todas las palabras subrayadas tienen su vínculo aclaratorio en Web. Si buscas espacio seguro y amplio en la NUBE; para guardar, manejar, ver y utilizar en cualquier parte fotos, videos y archivos personales, se recomienda encontrarlo en los siguientes sitios: 123 y 4.


EL CUERPO FÍSICO

Bajo el término de cuerpo físico se deben incluir los dos principios inferiores del hombre (llamados en lenguaje teosófico el Sthūla Sharīra y el Linga Sharīra) puesto que ambos funcionan en el plano físico, están compuestos de materia física, son abandonados por el hombre al tiempo de su muerte, y se desintegran juntos en el mundo físico cuando aquél pasa al astral. Otra razón para clasificar estos dos principios como nuestro cuerpo o vehículo físico es que, hasta que no podamos salir del mundo físico (o plano físico, como acostumbramos a llamarlo) estaremos usando una, otra, o ambas envolturas; las dos pertenecen al plano físico por la materia de que están formadas, y no pueden pasar fuera del mismo. La conciencia que obra dentro de ellas se halla circunscrita a los límites físicos y está sujeta a las leyes ordinarias del espacio y del tiempo. Aún cuando parcialmente separables, se separan rara vez durante la vida terrestre, no siendo tal separación nada 
Cuerpo Físico02
buena sino señal de enfermedad o de constitución desequilibrada. Estas envolturas se distinguen de acuerdo a los materiales de que están compuestas como: cuerpo denso, y doble etérico, siendo este último el duplicado exacto del cuerpo visible, partícula por partícula, y el medio por el cual funcionan todas las corrientes vitales y eléctricas de que depende la actividad del cuerpo. Este doble etérico ha sido hasta ahora llamado Linga Sharīra, pero es más conveniente abandonar el uso de este nombre, por varias razones. El término “Linga Sharīra” ha sido usado desde tiempo inmemorial en los libros Hindúes con otro sentido, y se origina grandísima confusión entre los estudiantes de la literatura oriental, tanto orientales como occidentales, como consecuencia de una modificación arbitraria de su reconocido significado. Esta razón basta por sí sola para que se abandone el uso impropio. Por otra parte, es mejor tener nombres en idiomas occidentales para designar las subdivisiones de la constitución humana, suprimiendo así de los libros básicos la gran dificultad que la terminología sánscrita supone para el principiante. El nombre doble etérico expresa exactamente la naturaleza y constitución de la parte más sutil del cuerpo físico, siendo por tanto, significativo y fácil de recordar, como debe ser todo nombre. Es “etérico” porque se compone de materia etérica, y “doble”, por ser el duplicado exacto del cuerpo denso; su sombra, por así decirlo. Ahora bien, la materia física tiene siete subdivisiones distinguibles, cada una de las cuales presenta gran variedad de combinaciones dentro de sus propios límites. Las subdivisiones son: el estado sólido, líquido, gaseoso y etérico. Este último se compone de cuatro estados tan distintos entre sí, como lo es el líquido respecto al sólido y al gaseoso. Tales son los siete estados de la materia física, y cualquier porción de tal materia es susceptible de pasar por cualquiera de esos estados, aún cuando bajo lo que llamamos temperatura y presión normales asuma uno u otro de ellos como su condición relativamente permanente. De esta forma, el oro es generalmente sólido, el agua líquida y el cloruro gaseoso. El cuerpo físico del hombre está compuesto de materia en estos siete grados; el cuerpo denso consistiendo de sólidos, líquidos y gases; y el doble etérico de las cuatro subdivisiones del éter, conocidas respectivamente como éter I, éter II, éter III y éter IV. Cuando las verdades teosóficas más elevadas se exponen al público, éste se queja de que se hallan a demasiada altura, y pregunta:


“¿Por dónde hemos de comenzar?” “Si queremos aprender por nosotros mismos y comprobar la verdad de las afirmaciones que se hacen, ¿de dónde debemos partir?” “¿Cuáles son los primeros pasos que debemos dar?” “¿Cuál es, en realidad, el alfabeto de este lenguaje en que los teósofos discurren tan corrientemente?” “¿Qué debemos hacer nosotros, hombres y mujeres viviendo en el mundo, para poder comprender y comprobar tales materias, en lugar de aceptarlas simplemente bajo la fe de otros que nos dicen que saben?” Voy a intentar contestar estas preguntas en las páginas que siguen, de modo que los que estén verdaderamente interesados sepan los primeros pasos prácticos que deberían dar, teniendo siempre presente que estos pasos deben ir en conformidad con una vida cuyos aspectos moral, intelectual y espiritual, estén también bajo entrenamiento. Nada de lo que el hombre ejecute en relación solamente con el cuerpo físico puede hacer 
Cuerpo Físico Etérico04D
de él un vidente o un santo; pero al mismo tiempo es cierto que, siendo un instrumento del que tenemos que hacer uso, el cuerpo debe ser objeto de cierto tratamiento, de modo que nos sirva para encaminarnos en la dirección del Sendero. Mientras que, por un lado, el trabajo sólo con el cuerpo no nos conducirá a las alturas a que aspiramos, por el otro, su abandono nos haría completamente imposible el escalar esas elevadas regiones. Los instrumentos del hombre son los cuerpos en que tiene que vivir y trabajar, y la primera cosa que tenemos que comprender profundamente es la siguiente: que el cuerpo existe para nosotros, no nosotros para el cuerpo; el cuerpo es nuestro para usarlo, no somos nosotros de él para que nos use. El cuerpo es un instrumento que debe ser refinado, mejorado, educado, modelado de tal modo y hecho de tales constituyentes, que sea en el plano físico el medio más adecuado para los fines superiores del hombre. Todo lo que conduzca a este propósito debe practicarse y fomentarse; todo lo que sea contrario a él, debe eludirse. No importan las propensiones que el cuerpo pueda tener ni las costumbres que haya contraído en el pasado; el cuerpo es nuestro, es nuestro servidor para emplearlo como queramos. Desde el momento en que toma la dirección y pretende guiar al hombre, en lugar de ser guiado, todo el objeto de la vida queda invertido, y toda clase de progreso se hace absolutamente imposible. Éste es el punto de donde tiene que partir toda persona que tenga un verdadero interés. La naturaleza misma del cuerpo físico hace que se le pueda convertir fácilmente en servidor e instrumento. Éste tiene ciertas particularidades que nos ayudan a educarlo, y que le hacen relativamente fácil de dirigir y formar. Una de ellas es que, una vez acostumbrado a obrar de cierto modo, sigue voluntariamente por la misma senda, encontrándose tan feliz en ella como cuando seguía una línea de conducta distinta. Si se ha adquirido una mala costumbre, el cuerpo se resistirá de un modo notable a cambiarla; pero si se le obliga a ello, si se vence el obstáculo que pone y se le fuerza a obrar de acuerdo a la voluntad, entonces, al poco tiempo, el cuerpo repetirá por acuerdo propio la nueva costumbre que el hombre le ha impuesto, y seguirá el nuevo método con tanta satisfacción como lo hacía con aquel otro que su dueño encontró objetable. Ocupémonos ahora de la consideración del cuerpo denso, que podemos llamar la parte visible del cuerpo físico aún cuando los constituyentes gaseosos no sean asequibles a la visión física inexperta. Ésta es la envoltura exterior del hombre, su manifestación inferior, la expresión más limitada e imperfecta de sí mismo.




*

No hay comentarios:

Publicar un comentario