jueves, 10 de diciembre de 2015

Ni Agua Ni Luna

Luna Llena03
 Ni Agua Ni Luna 

Continuando con los estudios sobre el desarrollo personal, anexo se comparte interesante exposición sobre Ni Agua Ni Luna, de Osho. Quien resumidamente nos ofrece la enseñanza de procurar mantener la atención mental enfocada en la luz del Espíritu, para que no se tenga Ni Agua Ni Luna. En otras palabras, evitar centrar la atención (La Luna) en pensamientos futuristas e inciertos o en sentimientossensaciones oacciones pasadas e inmodificables (El agua): La luz de la Luna reflejada en el agua (Emociones) personal.


Cordiales saludos: 

Jorge E. Morales H.

PD: Todas las palabras subrayadas tienen su vínculo aclaratorio en Web. Si buscas espacio seguro y amplio en la NUBE; para guardar, manejar, ver y utilizar en cualquier parte fotos, videos y archivos personales, se recomienda encontrarlo en los siguientes sitios: 123 y 4.

EL CAMPO DE LA EVOLUCIÓN-PRIMERA CONFERENCIA (Continuación)
Consideremos brevemente qué significan las palabras "proceso evolutivo". Se emplean constantemente, y el hombre común sabe que la palabra evolución sugiere un desenvolvimiento de adentro afuera y el desarrollo de 
Evolución10B
un centro interno; pero necesitamos definir más claramente la idea para tener un mejor concepto de ella. Una de las mejores definiciones que conozco de la evolución es: "El desenvolvimiento de un continuo y creciente poder de responder". Aquí tenemos una definición muy iluminadora, al considerar el aspecto material de la manifestación. Entraña el concepto de vibración y la respuesta a la misma, y aunque con el tiempo tenemos que descartar la palabra "materia" y emplear el término "centro de fuerza", el concepto aún tiene validez y la respuesta del centro al estímulo puede ser percibida con mayor exactitud. La misma definición es muy valiosa al considerar la conciencia humana. Implica la idea de una creciente y gradual comprensión, de una respuesta, en desarrollo, de la vida subjetiva a su medio ambiente, que eventualmente conducirá hacia arriba, al ideal de una existencia unificada, síntesis de todas las líneas de evolución Y al concepto de una Vida central o fuerza que fusiona y mantiene coherentes todas las unidades evolucionantes, sean de materia, como el átomo del físico y del químico, o unidades de conciencia, como los seres humanos. Esto es evolución, el proceso que desenvuelve la vida dentro de las unidades, el anhelo en desarrollo que oportunamente fusiona unidades y grupos, hasta obtener la suma total de manifestación, denominada Naturaleza o Dios, el conjunto de todos los estados de conciencia. A este Dios se refieren los cristianos cuando dicen: "en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". Ésta es la fuerza o energía reconocida por los científicos Ésta es la Mente Universal o Súper-alma del filósofo y también la inteligente voluntad que todo lo rige, une, construye, desarrolla y lo lleva a la máxima perfección. Es esa Perfección inherente a la materia y la tendencia latente en el átomo, en el hombre y en todo cuanto existe. A esta interpretación del proceso evolutivo no se la considera como resultado de una Deidad externa que derrama su energía y sabiduría sobre un expectante mundo, sino más bien como algo latente en el mundo mismo, oculto en el corazón del átomo químico, en el del hombre, en el planeta y en el sistema solar. Es ese algo que impulsa todas las cosas hacia la meta y la fuerza que gradualmente pone orden en el caos, la ultérrima perfección de la imperfección temporaria, el bien del aparente mal. De las tinieblas y del desastre saldrá algún día aquello que reconoceremos como bello, correcto y verdadero. Esto es todo cuanto hemos concebido y vislumbrado en nuestros más elevados y 
Atracción Y Repulsión01
mejores momentos. Se ha definido también la evolución como "desarrollo cíclico", y esta definición me sugiere un pensamiento que ansío captar completamente. La naturaleza se repite continuamente hasta alcanzar determinados fines y obtener ciertos resultados concretos y respuestas a la vibración. Por el reconocimiento de este hecho podemos demostrar el inteligente propósito de la Existencia inmanente. Para ello se emplea el método del discernimiento o de inteligente elección. Los textos de las diferentes escuelas expresan la misma idea, tales como "selección natural" y "atracción y repulsión". Evitaré en lo posible emplear términos técnicos, porque algunas escuelas de pensamiento significan con esto unas veces una cosa y otras otra. Si encontramos una palabra similar, pero no ligada a ninguna escuela o línea de pensamiento, quizás hallemos una nueva luz para nuestro problema. Atracción y repulsión en el sistema solar, es sólo la facultad de discernir que poseen el átomo o el hombre, manifestada en los planetas y en el sol. Atracción y repulsión existen en los átomos de todo tipo; podría llamársele adaptación o poder de crecer o de adaptarse el ente a su ambiente, por el rechazo de ciertos factores y la aceptación de otros. En el hombre común se manifiesta como libre albedrío o la facultad de elegir, y en el hombre espiritual como la tendencia al sacrificio, porque el hombre elige una particular línea de acción a fin de beneficiar al grupo al cual pertenece, y rechaza lo estrictamente egoísta. Podemos definir finalmente la evolución como un ordenado cambio y constante mutación, demostrados en la incesante actividad de la unidad o del átomo, en la interacción de los grupos y en la interminable acción de una fuerza o tipo de energía sobre otra. Vimos que la evolución, sea de la materia o de la inteligencia, conciencia o espíritu, consiste en el siempre creciente poder de responder a la vibración que, mediante un constante cambio, progresa por la aplicación de una política selectiva o el empleo de la facultad discernidora y por el método de desarrollo cíclico o de repetición. Las etapas que caracterizan al proceso evolutivo podrían clasificarse en tres, y corresponden a las de la vida del ser humano: niñez, adolescencia y madurez. En lo que concierne al hombre, se manifiestan en la unidad humana o en la raza, y a medida que transcurren y progresan las civilizaciones, se podrá observar la misma triple idea en toda la familia humana, y así nos cercioramos del divino objetivo, estudiando su imagen o reflejo, el HOMBRE.


Podemos expresar estas tres etapas en términos más científicos y vincularlas con las tres escuelas de pensamiento referidas, y las analizaremos como: La etapa de energía atómica. La etapa de coherencia grupal. La 
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etapa de la existencia unificada o sintética. Trataré de aclarar el concepto. La etapa de energía atómica concierne mayormente al aspecto material de la vida y corresponde al periodo de la niñez en la vida del hombre o de una raza. Es el período de realismo, de intensa actividad, y ante todo de desarrollo mediante la acción, de pura auto-centralización o auto-interés. Produce un punto de vista materialista y conduce inevitablemente al egoísmo. Involucra el reconocimiento de que el átomo se basta a sí mismo y que análogamente las unidades humanas tienen vida separada independiente de las demás unidades, sin relación entre sí. Esta etapa puede observarse en las razas subdesarrolladas del mundo, en los niños y en los individuos poco evolucionados. Son normalmente auto-centrados; dedican sus energías a su propia vida; se ocupan de lo objetivo y tangible, y los caracteriza un necesario y protector egoísmo. Es una etapa indispensable en el desenvolvimiento y perpetuación de la raza. De este período atómico y egoísta surge otra etapa, la de la coherencia grupal, que se supone la construcción de formas y especies hasta obtener algo coherente e individualizado, pero constituido por multitud de individualidades y formas menores. En conexión con el ser humano corresponde a su conocimiento incipiente de la etapa de responsabilidad y al reconocimiento del lugar que le corresponde dentro del grupo. Requiere del individuo la capacidad de reconocer una vida superior a la suya, ya se la denomine Dios o se la considere simplemente como la vida del grupo, al cual pertenecemos como unidad, esa gran Identidad de la cual formamos parte. Esto corresponde a la escuela de pensamiento súper-naturista y con el tiempo lo sustituirá otro concepto más amplio y verdadero. Según hemos visto, la primera etapa o atómica, se desarrolló por el egoísmo o la vida auto-centrada del átomo, sea el átomo de la sustancia o el humano; la segunda etapa llega a la perfección por el sacrificio de la unidad, en bien de los muchos, y del átomo, en bien del grupo, en el cual tienen cabida. De esta etapa muy poco sabemos y, frecuentemente, la visualizamos y anhelamos. La tercera etapa está aún muy lejana, y algunos la consideran como una vana quimera. Otros poseen la visión y, aunque inalcanzable ahora, es lógicamente posible si nuestras premisas son exactas y sentamos correctamente las bases de la existencia unificada. Entonces no sólo habrá unidades independientes, átomos diferenciados en la forma, grupos constituidos por multiplicidad de entidades, sino que tendremos el conglomerado de formas, grupos y estados de conciencia, fusionados, unificados y sintetizados en un todo perfecto, denominado sistema solar, naturaleza o Dios. Los nombres no tienen
Evolución Del Átomo01
importancia. Corresponde a la etapa adulta del ser humano; análoga al período de la madurez y a esa etapa donde se supone que el hombre tiene un propósito y trabajo definido en la vida y también un bien determinado, llevado a cabo con la ayuda de su inteligencia. En estas charlas quisiera, si es posible, demostrar que algo similar se está llevando a cabo en el sistema solar, en el planeta, en la familia humana y en el átomo. Confío que podré demostrar que en todo subyace una inteligencia, que de la separación vendrá la unión, producida por la fusión y mezcla grupal y que con el tiempo surgirá de 108 distintos grupos un todo perfecto, plenamente consciente, compuesto por miríadas de identidades separadas, animadas por un sólo propósito y una sola voluntad. Si esto es así, ¿cuál es el paso práctico que deben dar quienes alcancen esta comprensión? ¿Cómo aplicar prácticamente este ideal a nuestras propias vidas y cómo asegurarnos nuestro inmediato deber a fin de participar y cumplir conscientemente con el plan? En el proceso cósmico tenemos nuestra diminuta participación y en cada día de actividad debemos desempeñar nuestra parte con inteligente comprensión. Nuestro primer objetivo debería ser la auto-comprensión, por la práctica del discernimiento. Aprender a pensar con claridad, a formular nuestros pensamientos y a dirigir nuestros procesos mentales. Saber lo que pensamos y por qué lo pensamos, y descubrir el significado de la conciencia grupal por el estudio de la ley del sacrificio. No sólo debemos descubrir en nosotros la primitiva etapa infantil de egoísmo (que ya debiéramos haber trascendido) y aprender a diferenciar entre lo real y lo irreal, por la práctica del discernimiento, sino a pasar a algo mucho mejor. Nuestra meta inmediata debe ser descubrir el grupo al cual pertenecemos. No pertenecemos a todos los grupos ni es posible saber cuál es nuestro lugar en el gran grupo, pero podemos encontrar algún grupo donde hallar cabida, un conjunto de personas con el cual colaborar y trabajar, algún hermano a quien socorrer y ayudar. Esto involucra practicar conscientemente el ideal de la hermandad, y -hasta haber evolucionado en la etapa en que nuestro concepto es universal significa que debemos descubrir el particular grupo de hermanos a quienes podemos amar y ayudar por medio de la ley de sacrificio y la transmutación del egoísmo en amoroso servicio. Así colaboraremos en el propósito general y participaremos en la misión del grupo.




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