LAS VESTIMENTAS DE LA GLORIA
Como se explicara en la cita de Josephus, las vestimentas y adornos de los sacerdotes
judíos tenían una significación secreta, y aún hasta hoy hay un lenguaje religioso cifrado
oculto en los colores, formas, y usos de las prendas sagradas, no sólo entre los sacerdotes
cristianos y judíos sino también entre las religiones paganas. Las vestimentas de los
sacerdotes del Tabernáculo se llamaban Cahanææ; aquellas del Sumo Sacerdote se
denominaban Cahanææ Rabbæ. Sobre la Machanese, una prenda interior que se parece a
pantalones cortos, usaban el Chethone, una túnica de lino finamente tejida, que llegaba al
piso y tenía mangas largas atadas a los brazos del que la usaba. Una faja brillantemente
bordada, enroscada varias veces alrededor de la cintura (un poco más alta de lo que se
acostumbra), con un pendiente colgante en el frente, y un gorro de lino muy ajustado,
denominado Masnaemphthes, completaba el traje de un sacerdote común.
De Mosaize Historie der Hebreeuwse Kerke.
La vestimenta del Sumo Sacerdote de Israel era denominado con frecuencia "Las Prendas de la Gloria",
porque se parecían a la naturaleza regenerada y espiritualizada del hombre, simbolizada por una vestimenta
que todos deben tejer de las hebras del carácter y la virtud antes de que se puedan convertir en Altos
Sacerdotes a la manera de la Orden de Melchizedek.
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Las vestimentas de los Altos Sacerdotes eran las mismas que las de aquellos de grados
menores, excepto que se agregaban determinadas prendas y adornos. Sobre la túnica
especialmente tejido de lino blanco el Sumo Sacerdote usaba un hábito sin costura y sin
mangas, de color azul-cielo y que le llegaba a los pies. Se llamaba Meeir y estaba
ornamentado con un borde alternado de campanillas doradas y granadas. En el Eclesiastés
(uno de los libros rechazados de la Biblia moderna), se describen estas campanillas y su
propósito con las siguientes palabras: "Y él se rodeaba con granadas, y con muchas
campanillas doradas a su alrededor, que a medida que pasaba, producían un sonido y un
ruido que podría oírse en el templo, como un conmemorativo a los hijos de su pueblo." El
Meeir también estaba ceñido con una faja veteada finamente bordada y con un filamento
de oro insertado a través del bordado.
El Efod, vestimenta corta descrita por Josephus parecida a un abrigo o una chaqueta, se
usaba sobre la parte superior del Meeir. Las hebras de los cuales se tejía el Efod eran de
muchos colores, probablemente rojos, azules, purpuras, y blancos, como las cortinas y
mantas del Tabernáculo. También se tejían finos filamentos de oro en la tela. El Efod se
abrochaba en cada hombro con un gran onix en forma de botón, y se grababan sobre estas
piedras los nombres de los doce hijos de Jacob, seis sobre cada una. Se suponía que estos
botones de onix tenían poderes de oráculo, y cuando el Sumo Sacerdote hacía ciertas
preguntas, emitían una brillantez celestial. Cuando se iluminaba el onix sobre el hombre
derecho, significaba que Jehová contestaba afirmativamente la pregunta del Sumo
Sacerdote, y cuando brillaba el izquierdo, indicaba una respuesta negativa a la pregunta.
En el medio de la superficie frontal del Efod había un espacio para acomodar el Essen, o
Peto de la Rectitud y Profecía, que, como su nombre lo indica, era también un oráculo de
gran poder. Este peto era aproximadamente de forma cuadrada y consistía en una montura
de bordados en los cuales se colocaban doce piedras, cada una sostenida en una cavidad de
oro. Debido al gran peso de sus piedras, cada una de las cuales era de tamaño considerable
e inmenso valor, el peto estaba sostenido en su posición por cadenas y cintas doradas
especiales. Las doce piedras del peto, como las piedras de onix en los hombros del Efod,
tenían el misterioso poder de encenderse con Gloria Divina y así servir como oráculos.
Con respecto al extraño poder de estos símbolos destellantes de las doce tribus de Israel,
Josephus escribe:
"Sin embargo mencionaré lo que es aún más maravilloso que esto: En cuanto Dios declaró
de antemano, por aquellas doce piedras que el Sumo Sacerdote ponía sobre su pecho y que
estaban insertas en su peto, cuando debieran ser victoriosos en la batalla, porque tan grande
esplendor brillaba de ellas antes de que el ejército comenzara a marchar, que todo el pueblo
estaba sensible de la presencia de Dios en su ayuda. De donde ocurrió que esos griegos,
que tenían veneración por nuestras leyes, porque posiblemente no podían contradecir esto,
llamaron al peto, 'el Oráculo'." El escritor después agrega que las piedras cesaron de
encenderse y brillar unos doscientos años antes de que escribiera su historia, porque los
judíos habían violado las leyes de Jehová y el Dios de Israel ya no estaba satisfecho con Su
pueblo elegido.
Los judíos aprendieron astronomía de los egipcios, y no es improbable que las doce joyas
del peto fueran simbólicas de las doce constelaciones del zodíaco. Estas doce jerarquías
celestiales eran admiradas como joyas que adornaban el peto del Hombre Universal, el
Macroprosophus, al que se refiere en el Zohar como El Anciano de los Días. El número
doce frecuentemente aparece entre los pueblos antiguos, que en casi todos los casos tenía
un panteón que consistía en doce semidioses y diosas presididos por El Hombre
Invencible, que era El Mismo sujeto al Incomprensible Padre de Todo. Este uso del
número doce se nota especialmente en los escritos judíos y cristianos. Los doce profetas,
los doce patriarcas, las doce tribus, y los doce Apóstoles--cada grupo tiene un determinado
significado oculto, ya que cada uno se refiere al Divino Duodécimo, o Deidad Doce Veces
Mayor, cuyas emanaciones se manifiestan en el Universo tangible creado a través de doce
canales individualizados. La doctrina secreta también cautivó a los sacerdotes que las joyas
representaban centros de vida dentro de sus propias constituciones, que cuando se
desplegaban de acuerdo con las instrucciones esotéricas del Templo, eran capaces de
absorber dentro de sí e irradiar nuevamente la luz Divina de la Deidad. (Las flores de loto
de la India Oriental tienen un significado similar.) Los Rabíes han enseñado que cada
hebra de lino retorcido usada para tejer las cortinas y ornamentaciones del Tabernáculo
consistían en veinticuatro hilos separados, recordando a los entendidos que la experiencia,
ganada durante las veinticuatro horas del día (simbolizadas en la Masonería por la regla de
veinticuatro pulgadas) se convierte en hebras de las cuales se tejen las Prendas de la Gloria.
de: El Tabernáculo en el Desierto
MANLY HALL
De la obra “The Secret Teachings of All Ages”
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Donde puedo conseguir el vestuaruio del Sumo Sacerdote que tienen ustedes aqui?
ResponderEliminarPor Favor ayudeme a conseguirlo. Es importate.
Gracias.
Nelson Borrego