EL URIM Y THUMMIM
En el dorso del Essen, o peto, había un bolsillo que contenía objetos misteriosos--el Urim y
Thummim. Además del hecho que se usaban en adivinación, poco se sabe ahora sobre estos
objetos. Algunos escritores argumentan que eran pequeñas piedras (parecidas a los
fetiches aún reverenciados por ciertos pueblos aborígenes) que los israelitas habían traído
con ellos de Egipto debido a su creencia de que poseían poder divino. Otros creen que el Urim y Thummim eran en forma de dados, usados para decidir eventos siendo lanzados en
el suelo. Algunos han mantenido que eran meramente nombres sagrados, escritos sobre
placas de oro y llevados como talismanes. "De acuerdo con algunos, el Urim y el
Thummim significan 'luces y perfecciones,' o 'luz y verdad' que presenta una sorprendente
analogía con las dos figuras de Re (Ra) y Themi en el peto usado por los egipcios." (Las
Fes del Mundo de Gardner.)
No menos sorprendente de las vestimentas del Sumo Sacerdote era su gorro, o tocado.
Sobre el gorro blanco liso del sacerdote común este dignatario usaba un lienzo exterior
azul y una corona de oro, la corona consistía de tres bandas, una sobre la otra como la
mitra triple de los Magos persas. Esta corona simbolizaba que el Sumo Sacerdote regía no
solo sobre los tres mundos que habían diferenciado los antiguos (cielo, tierra, e infierno),
sino también sobre las triples divisiones del hombre y el universo--los mundos espiritual,
intelectual, y material. Estas divisiones también están simbolizadas por los tres
departamentos del Tabernáculo propiamente dicho.
En la parte superior del tocado había una taza diminuta de oro, realizada con forma de flor.
Esto significaba que la naturaleza del sacerdote era receptiva y que tenía un recipiente en
su propia alma que, como una copa, era capaz de capturar las aguas eternas de la vida
derramándose sobre él desde los cielos. Esta flor sobre la corona de su cabeza es similar en
su significado esotérico a la rosa que crece del cráneo, tan famosa en la simbología
templaria. Los antiguos creían que la naturaleza espiritual que escapaba del cuerpo se
elevaba a través de la coronilla de la cabeza; así, el cáliz como flor, o copa, simbolizaba
también la conciencia espiritual. En el frente de la corona dorada estaban inscriptas en
hebreo, Santidad ante el Señor.
A través de las vestimentas y ornamentos aumentaba el respeto y la veneración de los
israelitas por su Sumo Sacerdote, dichas trampas no significaban nada a Jehová. Por lo
tanto, antes de ingresar al Santo de los Santos, el Sumo Sacerdote se quitaba su fineza
terrenal y entraba en la presencia del Señor Dios de Israel desprovisto de ropa. Allí podía
vestirse solo con sus propias virtudes, y su espiritualidad debía adornarlo como una prenda.
Hay una legenda al efecto que cualquiera que corriera el riesgo de entrar impuro en el
Santo de los Santos sería destruido por un relámpago de fuego divino del Asiento de
Gracia. Si el Sumo Sacerdote tuviera un solo pensamiento egoísta, caería muerto. Como
ningún hombre sabe cuando un pensamiento indigno puede cruzar su mente, se deberían
tomar precauciones en caso de que el Sumo Sacerdote cayera muerto mientras estaba en la
presencia Jehová. Los otros sacerdotes no podían entrar al santuario por lo tanto, cuando su
líder estaba a punto de ingresar y recibir las órdenes del Señor, ataban una cadena
alrededor de uno de sus pies para que si fuera derribado mientras estaba detrás del velo,
ellos pudieran arrastrar el cuerpo hacia fuera .
De Mosaize Historie der Hebreeuwse Kerke.
EL ARCA CON SU QUERUBÍN.
Del Diccionario de la Santa Biblia de Calmet.
Josephus dice que los Querubines eran criaturas voladoras pero diferentes en apariencia de cualquier cosa vista en la tierra; por lo tanto imposibles de describir. Se supone que Moisés ha visto estos seres arrodillados en el escabel de Dios cuando fue elegido y traído a la Presencia de Jehová. Es probable que se parecieran, al menos en apariencia general, al famoso Querubín de Ezequiel.
del libro: El Tabernáculo en el Desierto
MANLY HALL
De la obra “The Secret Teachings of All Ages”
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