Fenómenos Psíquicos
Prosiguiendo con los estudios sobre el desarrollo personal; anexo se comparte exposición sobreFenómenos Psíquicos, de Ralph M. Lewis, quien brevemente nos señala la importancia delconocimiento de sí, para:
1.- Aprender a mantener centrada la atención mental en la luz interior del Espíritu (El Espíritu Humano o el Alma), usando la mente como proyector o foco de dicha luz para pensar, sentir,percibir y actuar con consciencia.
2.- Con la consciencia, poder discernir entre los verdaderos y falsos Fenómenos Psíquicos (De los mundos mental, emocional o astral y etérico).
3.- Y finalmente con la consciencia alcanzar lasiniciaciones respectivas para poseer los suficientes conocimientos y práctica para manejarse en: 3.1.- La región etérica; del mundo físico, con nuestros hermanos los Ángeles y sus asistentes losElementales de la Naturaleza (Salamandras, silfos, ondinas y gnomos). 3.2.- El mundo emocional o astral; con los Arcángeles, elementales astrales, desencarnados y otras entidades astrales delbajo astral. 3.3.- La región mental concreta, con los Principados o Señores de la Mente,elementales mentales y arquetipos (Mentales, astrales, físicos etéricos y físicos densos)
Cordiales saludos:
Jorge E. Morales H.
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IV.- EL SOL QUE NOS NUTRE
El Sol es el padre de los planetas, todos han salido de él; así pues, todo lo que existe en la tierra, elementos químicos, substancias minerales o vegetales, existe ya en estado sutil, etérico, en el Sol. La cuestión es saber cómo, concentrándonos en el Sol, podemos captar en su pureza original todos los elementos de los que tenemos necesidad para nuestro equilibrio y nuestra salud. Pues mientras busquemos los remedios únicamente abajo; en el plano físico, sin hacer ningún esfuerzo para elevamos, no ganaremos nada en el plano espiritual. A la menor indisposición, la mayoría de la gente ingiere gran cantidad de medicamentos. Por supuesto, los elementos que entran en la composición de estos medicamentos vienen del Sol, pero si hiciéramos el esfuerzo de tomar estos elementos del plano etérico, de la fuente, nos sería más provechoso. La medicina no conoce todavía estos elementos, pues son demasiado sutiles, pero son más importantes que todos los que ha
descubierto hasta el momento. Actualmente, la medicina oficial da a las glándulas endocrinas un papel esencial. Es un error. En realidad; en el plano astral y en el plano mental, existen otros factores que ponen en marcha y rigen el funcionamiento de las glándulas endocrinas. Cuando una de estas glándulas segrega hormonas en cantidad insuficiente o excesiva, produce anomalías en el organismo, a causa de algo. Y esta causa, ¿dónde se encuentra? Precisamente en los planos astral y mental. Estas dos regiones; donde se forman los sentimientos y los pensamientos, todavía no han sido exploradas ni dominadas, pero desde ahí se proyectan los elementos que se ponen en movimiento y alteran inmediatamente los demás instrumentos: Las glándulas endocrinas o el sistema nervioso, el simpático, los ganglios... Hay que ir a buscar mucho más arriba las causas de las enfermedades y sus remedios. Poco a poco la ciencia las descubrirá. No hace mucho tiempo, se decía: «Si usted toma tantos prótidos, tantos lípidos, tantos glúcidos, tantas sales minerales... usted tendrá tantas calorías que le darán tanta energía». Y se creía que las calorías lo eran todo, hasta el día en que se advirtió que existían elementos más sutiles e imponderables: Las vitaminas. Desde entonces no se habla más que de vitaminas y todo el mundo se atiborra de vitaminas. Los Iniciados no tienen necesidad de tomar vitaminas: En sus trabajos espirituales, llegan a captar otros elementos mucho más sutiles y eficaces que se encargan de poner todo a punto en el organismo, incluida la asimilación de las vitaminas. Ahora se han descubierto las hormonas, pero no es la última palabra. La última palabra; os lo he dicho, son los pensamientos y los sentimientos. Sí, pues los pensamientos y los sentimientos son fuerzas que ponen en marcha ciertos resortes que actúan a su vez sobre el organismo, las glándulas endocrinas, el sistema nervioso etc.; y según sus cualidades, estos pensamientos y sentimientos producen la armonía o el desorden. Hay actualmente algunos investigadores que trabajan en esta dirección, pero no se les escucha. Más adelante, los médicos adoptarán oficialmente sus teorías: sólo se estudiarán estos factores sutiles que son el pensamiento y el sentimiento, se crearán nuevas ramas de estudio, con laboratorios y técnicas especiales y no les quedará otro remedio que reconocer que la Ciencia esotérica tenía bases sólidas y reales. Ahora os diré como podéis tomar esas partículas etéricas que el Sol envía por la mañana.
Es muy simple, ni siquiera vale la pena saber cuáles son los elementos que restablecerán vuestra salud, eso no tiene ninguna importancia. Esforzaos solamente en ascender a través del pensamiento hasta las regiones más sutiles: os situáis allí, esperáis... y entonces vuestra Alma y vuestro Espíritu, que son químicos y médicos muy competentes, que conocen exactamente la naturaleza de todas las substancias etéricas, captan lo que os necesario y dejan el resto a un lado. Esperáis, inmersos en el amor, la sumisión, la alegría, la confianza... y poco después, cuando volvéis, sentís que algo se ha restablecido, apaciguado, reforzado. Importa poco si, por el momento, no conocéis la naturaleza de estos elementos. Lo que puedo deciros en algunas palabras es que se encuentran en el prana. El prana es una fuerza viva, es la vitalidad que proviene del Sol, que se respira del aire y que se absorbe a través de todas las células. Se puede comparar el prana al agua que
desciende de las altas montañas, a un río que encierra numerosos elementos nutritivos para los peces, pero también para los animales y los hombres que viven en las orillas. El prana es un río que viene del Sol hasta nosotros y debemos extraer los elementos que necesitamos, a través de la respiración y la meditación. Los que prefieren abrir la boca para tragar una píldora, deben saber que es nociva y perjudicial, pues les impide desarrollar su voluntad; y por otra parte no les aportará más que un alivio pasajero y superficial, en lugar de una mejora profunda y duradera. No digo que no haya que tomar medicamentos, pero no lo hagáis nunca sin haber captado antes estos elementos vivos, espirituales, que están en el prana. Pues el trabajo que esto requiere, refuerza vuestra voluntad psíquica y espiritualmente, os pone en comunicación con las regiones superiores, os vivifica, estimula y pone en marcha algunos centros que preparan el terreno, y cuando después tomáis el remedio físico, el efecto es mucho más poderoso y duradero. Así pues preconizo los dos: el remedio de la farmacia y el remedio espiritual, pero le doy preponderancia al lado espiritual. Evidentemente, ya os lo he dicho, los medicamentos contienen substancias vegetales y minerales que provienen del Sol, y si Dios ha depositado estos elementos en la naturaleza, es para que nos sirvamos de ellos, no hay ninguna duda. Pero creer que todo está ahí y que sólo eso puede equilibramos, es ir en contra de la Ciencia esotérica. Diréis: «Sí, pero esas partículas que recogemos a la salida del Sol son imponderables, no pueden ser eficaces». Es verdad, son imponderables, pero son la quintaesencia más viva que el Sol envía al universo. Y el hecho de que la medicina homeopática haya descubierto que las dosis muy diluidas son a menudo más eficaces que las dosis muy concentradas, prueba la veracidad de lo que os digo. ¿Por qué no absorber esas partículas imponderables, ese tipo de vitaminas de naturaleza sutilísima que nos aportan los rayos del Sol? Se pueden obtener del Sol muchas otras energías distintas de las que pueden servir para la producción de electricidad o de energía para la calefacción. La energía del Sol, si sabemos captarla, puede damos la vitalidad y la salud, pero también la paz, la inteligencia, el amor... Pero con esta filosofía, nos estamos anticipando a la humanidad en varios siglos. Por lo demás, algunos me lo han dicho: «Con sus ideas, se adelanta a su siglo». Es verdad, lo que pensamos hoy, el mundo entero lo pensará en el futuro.
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