CAUSAS QUE FORMAN NUESTRO KARMA
“Cualquier “incidente” que nos ocurra es fruto
de la ignorancia de las leyes espirituales y se debe a la acción de esas mismas
leyes que son desconocidas o que no se han tenido en cuenta. Todas las fuerzas
de la naturaleza pueden ser empleadas en la proporción
en que sean comprendidas. La naturaleza se
conquista por medio de la obediencia
a sus leyes.”
El
hombre está evolucionando en tres principales mundos: Mundo Físico: que a su
vez se divide en una región etérica y otra de materia sólida, líquida y gaseosa; Mundo de Deseos: Relacionado con
nuestros deseos, sentimientos y emociones y donde se encuentran el purgatorio y
el cielo que es donde desarrollamos la conciencia y donde fortalecemos la
iniciativa para hacer el bien; El Mundo del Pensamiento: Dividido en dos
regiones llamadas concreta y abstracta que es donde surgen las ideas y donde
creamos los pensamientos. En lo más elevado de estos mundos se encuentra el
verdadero Ego o Yo y, por tanto, debería tener poder sobre la mente, los deseos
y sentimientos y sobre el cuerpo físico. Sin embargo no es así, el hombre se
suele sentir dominado por el cuerpo de deseos precisamente por no conocer las
leyes divinas y por no saber manejar la mente para dominarle.
Lo
que llamamos humanidad está compuesta de cuatro cuerpos y un Espíritu
manifestado como una trinidad a imagen y semejanza a su Creador, Dios.
1º. Un cuerpo
físico formado por materia cuya composición es análoga a cualquier otro cuerpo
u objeto material y que, por tanto, no tiene sentimientos ni puede pensar.
2º. Una vida,
la cual vivifica el cuerpo físico, que durante la existencia mantiene unidas
las células para que cumplan con su misión hasta el momento de la muerte donde,
al abandonar el cuerpo, quedan libres (creando un caos en el organismo) y
descomponen el cuerpo para que la materia vuelva a su origen.
3º. Un
cuerpo, normalmente llamado de “deseos” o “emocional”, que es el incentivo
imprescindible para que actuemos y, por tanto, para experimentar en la vida pero
que tampoco razona puesto que representa los deseos, los sentimientos y
emociones.
4º. Una mente
que es la que se está imponiendo cada vez más sobre el cuerpo de deseos para
que seamos más racionales y menos animales como lo fuimos en un tiempo pasado cuando
solo actuábamos por instinto y sin ningún tipo de razonamiento.
Con lo dicho
hasta aquí podemos llegar a la conclusión de que, desde que nacemos, nos
identificamos con el cuerpo físico y que, dependiendo del grado de desarrollo
mental y del discernimiento que tengamos, así podremos imponer la razón sobre
el cuerpo de deseos o, por el contrario, dejarnos llevar por ellos así como por
los sentimientos y emociones. Dicho de otro modo, el buen uso de la mente, de
la razón, nos capacitará para (por ejemplo) decir ¡No! ante una tentación que
sabemos que puede perjudicar el organismo mientras que otros que se dejen
dominar por este cuerpo accederán gustosamente con tal de satisfacer ese deseo.
Ese mismo
discernimiento del cual estamos hablando es el que en estos
mismos momentos debería hacer que el lector se preguntara ¿quién utiliza
la mente? o sea, ¿Quién razona cuando le apetece para decidir si desea algo o
no? Es aquí donde tenemos que hacer una provisional pero necesaria aclaración.
Lo mencionado hasta ahora, incluyendo la razón, es la “personalidad”, el ser
humano físico tal y como lo entienden la mayoría de las personas, sin embargo,
a la pregunta de ¿Quién se manifiesta a través de la voluntad a lo largo de la
vida para intentar dirigir y controlar los diferentes cuerpos mencionados? hay
que responder que es el Alma, también llamada Ego o Yo superior. Con esta
pequeña aclaración ya podemos definir al ser humano como una “personalidad” a
través de la cual se manifiesta en parte, según el grado de desarrollo, el Alma
evolucionante o “individualidad”.
Lo mismo que
la humanidad, a lo largo de su evolución, ha ido descubriendo y clasificando
las partes y órganos que componen el cuerpo para encontrar respuesta a sus
muchas dudas sobre cómo funciona, así mismo, en el futuro tendrá que continuar
investigando y descubriendo clases de “materia” más allá del átomo para
encontrar otras muchas respuestas que, a lo largo de la historia, han negado.
Todas las partes y órganos que forman nuestro cuerpo son necesarios para que el
mismo pueda funcionar correctamente, pero es que también cada órgano necesita
de sus correspondientes células, y moléculas, y cada molécula de los átomos, y
cada átomo de sus protones y electrones, y de los éteres que ya se comienzan a
hablar como componentes de la energía que hace que los órganos puedan funcionar
y el cuerpo pueda vivir.
A lo largo de
la vida se renuevan las células y las moléculas, los átomos se combinan para
formar inteligentemente esas diminutas vidas (bacterias, células, moléculas,
etc.) y también toda la materia de nuestro cuerpo ¿Quién o qué inteligencia
hace que todo eso cumpla una función de supervivencia en el organismo y evita
que cada una de esas vidas actué por su cuenta? Nuestro cuerpo físico está
compuesto por el mismo material que los cuerpos de los tres reinos que nos
siguen y en cada forma material cumplen una determinada misión. La planta tiene
una “vida” que no tiene el mineral; el animal tiene deseos, sentimientos y
emociones que no tiene la planta; y el hombre tiene una mente para razonar y
una voluntad que no tiene el animal; y sin embargo todos estamos evolucionando
en un “cuerpo” y en un planeta material
y todos nos necesitamos para continuar experimentando y desarrollando
cualidades. Por otro lado, nuestro planeta es parte de otro órgano llamado
sistema solar (como lo son los protones o electrones del átomo) que a su vez es
parte de un gran cuerpo llamado macrocosmos ¿o quizás deberíamos decir que
nosotros somos átomos de la célula Tierra que es una más de las que componen el
cuerpo manifestado de un Ser Incognoscible, Omnipotente y Omnisciente? ¿Por qué
no? Todo lo que compone nuestro cuerpo está dentro de nuestra influencia como
vida y conciencia y cuando la individualidad (la vida y la conciencia) abandona
el cuerpo en lo que llamamos muerte, todo se descompone y vuelve a su origen
atómico para formar nuevos cuerpos evolucionantes. Luego entonces, nosotros no
somos nuestro cuerpo físico como yoes individuales y con voluntad propia.
El hombre
actual es como un puente entre el animal que fue cuando aún no tenía
autoconciencia y el hombre futuro con cierto grado de conciencia del Alma pero
nunca ha sido, es, o será su cuerpo físico. El Alma o Ego utiliza los cuerpos
en cada vida para experimentar y desarrollar sus poderes (actualmente latentes
en nosotros) como el niño utiliza los libros cada día que va a clase hasta que
en un futuro alcance su meta o carrera donde pueda desarrollar sus cualidades
también latentes. El Yo superior intenta espiritualizar al yo inferior o
personalidad para manifestar su poder sobre sus cuerpos como el ser humano
intenta dominar el mundo físico para crear formas más perfectas que le sean de
mayor utilidad en sus proyectos de convivencia. Pero algún día ambos se
encontrarán a mitad de camino y entonces la personalidad tomará conciencia de
la inmortalidad del Alma y el Alma podrá desarrollar sus poderes y manifestarse
en una común unión con los demás. Entonces habrá continuidad de conciencia y la
pérdida del cuerpo (muerte) será como cuando tiramos un traje porque ya no nos
sirve o está viejo.
Aunque este
tema pueda parecer aburrido, es necesario dejar claro que no somos el cuerpo
físico y que, como ya se verá, tampoco es el cuerpo el que renace, es más,
tampoco lo hacen las emociones, ni los deseos, ni siquiera la mente. Hasta
ahora hemos dividido al ser humano como un Ego o Alma y una personalidad,
(cuerpo físico, de deseos y mente) quienes lean por primera vez esta clase de
enseñanza o filosofía pueden pensar que es absurda pero los que estén
familiarizados con la filosofía oculta o esotérica, verán que es la explicación
más lógica y razonable que se puede dar. He de decir que lo que se expone en
esta obra es una mínima parte, lo imprescindible para poder explicar lo que
deseo, sin embargo, lo podría ampliar mucho más como lo han hecho tantos y
tantos verdaderos ocultistas.
Estas
enseñanzas no son nuevas pero hasta hace poco más de un siglo solo unos pocos
tenían acceso a ellas. El renacimiento en la India es comprendido sin ninguna
duda, Cristo mismo habló de “renacer” y
de “Espíritu y cuerpo”, incluso grandes filósofos enseñaban a sus discípulos
que el Espíritu renace en cuerpos físicos cada cierto tiempo. Platón explicaba
que el Espíritu había sido creado por lo que comúnmente llamamos Dios, que los
otros cuerpos eran corruptos porque habían sido creados por los “dioses
menores” y que de esa unión y por medio del renacimiento se forma un Alma.
También San Pablo habla de “cuerpo terrenal” y “cuerpo espiritual” y, junto a
Platón y a Pitágoras, también menciona tres principios (cuerpos) que a su vez
se convierten en siete.
En esta obra
se tratará del Espíritu manifestado (que es trino como Dios mismo, su creador)
por medio de cuatro cuerpos, entendiendo que el Yo superior es el individuo que
en un momento dado de su evolución nace (se individualiza como conciencia) al
recibir la mente y reconocerse a sí mismo como separado de los demás, lo que,
por cierto, algún día les ocurrirá también a las vidas que animan los cuerpos
de los animales. Por tanto, estaremos más acertados si al hablar del cuerpo
físico, en vez de pensar o hablar como un “yo”, lo hacemos como “mi cuerpo”. Si
nuestra autoconciencia fuera el cuerpo físico no experimentaríamos el sueño
puesto que el cuerpo no desaparece, el sueño o pérdida de conciencia del mundo
físico no es otra cosa que la salida del Alma del cuerpo y, por tanto, no somos
conscientes del mismo.
Lo mismo que
el niño que nace va desarrollando los sentidos según pasan los años y luego se
va identificando con los deseos, sentimientos y emociones a la vez que va
utilizando la mente para aprender y actuar hasta que a cierta edad se le puede
considerar maduro y responsable como individuo, así mismo, la humanidad ha ido
adquiriendo sus cuerpos a lo largo de millones de años pasando por estados de
conciencia inferiores donde se guiaba por su instinto hasta que adquirió la
mente que es la herramienta que utiliza el Alma para intentar dirigir su
destino. ¿Qué es si no el típico “fantasma” que tantas personas han visto
incluso después de haber muerto? ¿Qué es la imagen que sale de un médium en una sesión
espiritista? ¿Qué es lo que sale del cuerpo cada noche e incluso en el momento
de la muerte como se ha comprobado con básculas muy precisas que demuestran que
hay una pérdida de peso? Ni más ni menos que el “Yo superior” con sus cuerpos
etéricos dejando en el lecho al cuerpo físico y, por tanto, perdiendo la
conciencia de él a la vez que la
adquiere en los otros mundos.
Estamos
hablando de renacimiento del Alma en un cuerpo físico, podríamos hablar de la
eternidad de esa alma que adquiere sabiduría y desarrolla poderes en cada vida,
pero de lo que no se puede hablar es de “resurrección de la carne.” La
personalidad con sus deseos, pasiones, pensamientos, etc. no puede ser eterna
porque la meta es “Sed perfectos como nuestro Padre es perfecto”. La carne y lo
corrupto y malévolo no pueden heredar el reino de los cielos, de ahí que Cristo
dijera que sólo llegaremos al Padre imitando su amor y a través de Él. Pero, como
es lógico, lo mismo que un niño no consigue una carrera universitaria en un
solo día de clase, tampoco una persona puede adquirir la perfección de la que
habla Cristo en una sola vida. Luego entonces, si el mal que cometemos no es eterno y tenemos
que ser perfectos para entrar en el Reino de Dios, está claro que algo tiene
que ir recopilando lo bueno de cada vida para que al cabo de cierta cantidad de
renacimientos sea perfecto. ¿O qué es si no la conciencia que nos advierte
antes de hacer el mal y nos causa remordimiento después de haberlo hecho? Por
supuesto, el Alma.
Sócrates,
Platón y otros filósofos griegos dividen al ser humano en cinco principios que
son: Espíritu, Alma, mente, deseos y cuerpo físico. Mientras que los egipcios
lo hacían en siete como actualmente lo hacen casi todas las escuelas serias de
ocultismo; las religiones y escuelas de la India, del Tíbet, o incluso
personajes como Lao Tse en su “Tao-Te-King”, hablan del ser humano como de un
Espíritu con varios principios o cuerpos. Basándonos en todas estas escuelas y
estudios podemos decir que el Triple Espíritu (al cual está unida el Alma o Yo
superior) manifestado en nosotros como voluntad, conciencia, intuición y mente
abstracta, se sirve de la mente concreta para imponer la razón sobre el cuerpo
de deseos y así extraer más provecho de las experiencias que obtiene en el
mundo físico a través del cuerpo físico.
Desde que
teníamos una conciencia similar a la que tienen actualmente los animales hasta
nuestros días, en cada renacimiento hemos ido aborreciendo o superando el
aspecto animal o más bajo de nosotros. Hemos pasado de matarnos por el instinto
de supervivencia a respetar la vida, de ser tremendamente egoístas a comenzar a
ser altruistas, de dejarnos dominar por los deseos a imponer la razón y la
voluntad sobre ellos, de hacer la guerra por intereses personales a no querer
guerra, de ver las necesidades del tercer mundo y no hacer nada a que haya
cientos de ONG. Pero eso no es nada para lo que nos queda por desarrollar hasta
alcanzar la perfección, y si no fuera así ¿Por qué unos van a nacer con una
naturaleza o carácter tan santo mientras que otros son lo contrario? ¿Lo va a
hacer Dios cuando nos crea? Entonces no sería Dios puesto que, como dicen las
religiones “Dios es amor” y aunque así fuera ¿Qué motivos tiene Dios para ello
sabiendo que -según dice la iglesia- los
pecadores sufrirán por toda la eternidad? Lo mismo que el niño comete errores y
faltas en el colegio, los que tiene que corregir después del examen o al
siguiente día, también ese Yo superior renace para aprender, purificar su
cuerpo de deseos, desarrollar la mente y controlar sus cuerpos por medio de la
voluntad. Por tanto, es a través de renacimientos en cuerpos -aunque ahora la
mayoría de nosotros solo veamos el físico- como cada uno de nosotros aprende,
se perfecciona y se adapta más que otro, lo que significa que evoluciona más y
desarrollará los poderes del Alma antes.
Dice San Juan
en su evangelio de acuerdo a la enseñanza de Cristo respecto a los principios del
hombre: “Yo soy la vid (el Yo superior o Alma) y mi Padre es el labrador (el
Espíritu como hijos creador por Dios que somos) Cada sarmiento que en Mi no da
fruto (cada personalidad o cuerpos que utiliza el Alma en cada vida) lo arranca
(el Espíritu hace que muera)....” “Así como no puede el sarmiento dar fruto por
sí solo sino manteniéndose en la capa, tampoco vosotros lo podéis dar como no
viváis en Mí, Yo soy la cepa, vosotros los sarmientos. Si un hombre no vive en
Mi, es desechado como un sarmiento y se secará, luego se le echará al fuego y
se quemara.” Cristo está diciendo que para llegar a la perfección de nuestro
creador o Padre tenemos que imitar su vida y hacer lo que predica También está
explicando que el Espíritu (labrador) tiene que desarrollar sus poderes
latentes gracias al Alma reencarnante (la vid) la cual extrae la sabiduría de
las experiencias por medio de la personalidad (el sarmiento) y que cuando ese
sarmiento ya no cumple con su función, el Espíritu hace que fallezca para
prepararle y fortalecerle para otro nuevo renacimiento (nuevo sarmiento)
después de asimilar el fruto de la última vida.
Si estudiamos
un átomo nos daremos cuenta que su existencia (como todo lo manifestado) no
puede ser casual, si alguien lo piensa es simplemente porque la ciencia aún no
ha ido mucho más allá. Los elementos que componen un átomo y sus movimientos
son una manifestación de sabiduría, a su vez, los átomos mismos demuestran
“inteligencia” porque tienen sus “preferencias” a la hora de combinarse para formar
los elementos químicos. Esa es la base de toda existencia o manifestación de
toda la materia y formas donde se pueda manifestar la vida, es decir, los
mismos átomos forman nuestros cuerpos como también forma cualquier otro objeto.
Entonces, ¿podemos decir que nosotros somos la materia física? Por supuesto que
no, si lo fuéramos también nos identificaríamos con todo lo material. Tenemos
un cuerpo físico porque lo necesitamos en nuestros renacimientos para poder
experimentar, aprender y evolucionar en este planeta físico, pero cuando el
Alma haya aprendido las lecciones correspondientes, ya no lo necesitará más
porque continuará su desarrollo en los mundos donde se encuentra mientras
duerme y donde recopila el beneficio de sus experiencias de una vida una vez
abandonado el cuerpo físico.
Con lo dicho
anteriormente debemos llegar a la conclusión de que el hombre no es la materia,
sin embargo, todavía hay quien piensa que somos la “vida” que abandona el
cuerpo físico en el momento de lo que llamamos muerte. Hay tres líneas de
desarrollo en el ser humano, éstas son: La forma, la vida y la conciencia. La
forma o materia, evoluciona gracias a la vida que la habita, es decir, la vida
de la planta, del animal y del ser humano ha hecho que la materia haya evolucionado
desde el origen de este planeta como tal hasta nuestros días, y la conciencia
(como resultado de esa unión y desarrollo) es la que acelera ese proceso según
el reino donde se manifieste. Por ejemplo, la vida y la autoconciencia del
hombre transforman los elementos químicos (la materia) en objetos que necesita
para su propio progreso y evolución. Así es que, aunque la vida de los
diferentes reinos tiene un mismo origen divino, la vida que anima nuestros
cuerpos está más evolucionada y lista para que el Alma la pueda utilizar con su
conciencia individual que hace que nos reconozcamos como un “Yo”; lo que no
pueden hacer los tres reinos que nos siguen.
La vida es la
que hace que el hombre respire y se sirva de los éteres vitales del Sol (entre
otras cosas) para tener salud, la que
hace que se extraigan los nutrientes de los alimentos, la que hace que los
órganos funcionen (pulmones, corazón, etc.) y, en definitiva, la que nos
mantiene vivos; por tanto tiene que estar dentro del cuerpo físico. Pero si la
vida no se ha podido identificar como elemento químico o materia, quiere decir
que debe estar compuesta de otra clase de materia más sutil que la que
conocemos, que la ciencia aún no ha descubierto, y que debe estar más allá de
los protones y electrones; es decir, más allá de lo que llamamos energía. Así
es, la vida, en su manifestación más densa está compuesta de éteres, unos
éteres que ya desde hace bastantes años se han podido detectar en las plantas,
en los animales y en el hombre en forma de aura o ectoplasma y que se relaciona
con los meridianos energéticos de la acupuntura y con el magnetismo. La vida
también es la manifestación de esos cuerpos etéricos (fantasmas) que
muchos y en muchas ocasiones han visto,
principalmente de personas fallecidas o a punto de fallecer.
Por tanto, la
vida en el hombre se manifiesta con la misma forma e imagen del cuerpo físico
como un molde sobre el cual se construye el mismo desde los átomos hasta las
células. Es más, este molde o cuerpo etérico es el que mantiene unidas a las
células haciendo que éstas cumplan su misión en la generación, desarrollo y
regeneración del organismo con tal de mantenernos vivos. Ya hemos dicho que el
hombre espiritual está compuesto de siete principios, a lo que hay que añadir
que, aunque está evolucionando en cuatro mundos (de los que obtiene la materia
para formar cada uno de sus cuerpos en cada renacimiento) también terminará su
desarrollo espiritual futuro en siete mundos o planos creados por Dios para ese
fin. El cuerpo físico y la vida que lo anima también forman siete grados de
materia, los tres que todos conocemos como sólido, líquido y gaseoso más los
cuatro éteres que forman el cuerpo etérico que anima o vitaliza el cuerpo
físico. Estos cuatro éteres están relacionados con la actividad de los órganos
internos, con lo sentidos, con el sistema nervioso y con la conciencia, por
consiguiente son los medios por los cuales el Ego o Yo superior maneja y dirige
el cuerpo físico. O sea, el cuerpo etérico es el medio de comunicación de lo
que percibimos y sentimos para el Yo superior por medio del cuerpo de deseos
(el cual normalmente crea un sentimiento, deseo o emoción) y de la mente (la
que, normalmente, emite un pensamiento como respuesta) Pero, además, también es
el medio por el cual ese Yo superior impresiona el cerebro a través de la
voluntad en su intento de dirigir su destino.
Es muy fácil
que alguien se pregunte ¿Si es el doble del cuerpo físico, qué ocurre cuando se
le amputa un miembro a una persona? Pues por no poner muchos ejemplos diré que
se ha comprobado que, en muchos casos, la persona se quejaba de dolores o
picores en ese miembro amputado ¿por qué? Pues porque este doble etérico tarda
en descomponerse un tiempo y, mientras tanto y dependiendo de lo que hagan con
la parte amputada, puede ocurrir ambas cosas. Otro caso, como ejemplo, aunque
hoy su práctica ya no es tan común, es cuando un espíritu extrae en gran parte
este cuerpo etérico de una persona que hace de médium, en esos casos el cuerpo
físico queda aletargado, muy débil por la falta de vitalidad, los ojos se
quedan sin expresión y la mente casi inactiva. Este es también el “aliento de
vida” que Dios insufló en la nariz de Adán para darle vida, es decir “Nephes”,
es el “prana” de los hindúes, la vitalidad que especializa el Ego para mantener
el cuerpo vivo y activo; es el éter que circula por el sistema nervioso y
mantiene activas las neuronas, el que nos hace sentir Dolor o placer a través
de la envoltura física.
En un párrafo
anterior he mencionado el aura como el cuerpo etérico, en realidad, esos
centímetros que algunas personas pueden ver alrededor del cuerpo físico no es
un aura sino el cuerpo etérico que sobresale un poco del físico. Normalmente se
ve luminoso y con un color mezcla de violeta claro y rosa. Los animales lo ven
y le siguen el rastro como ocurre con los perros policías; los niños también le
pueden ver como ven a otros seres en sus primeros años y hasta que pierden la
conciencia de los mundos de donde vienen y donde estamos entre un renacimiento
y otro. Puede variar en su tamaño y color temporalmente según el estado de
vitalidad o salud y según las impresiones que le afecten del exterior; los
verdaderos clarividentes le pueden ver con sus centros o chacras multicolores y
las energías que circulan por él a modo de un sistema nervioso.
Hemos dicho
que el Alma maneja el cuerpo físico por medio del cuerpo mental cuya
manifestación es la mente concreta y sus pensamientos, por medio del cuerpo de
deseos que es el incentivo para la acción, y por medio del cuerpo etérico que
es el que da vida a todo el organismo y que facilita al Alma la expresión del
cuerpo de deseos (sentimientos, emociones, etc.) y de la mente haciendo que los
pensamientos lleguen al cerebro. Pero, además de la reacción que el cuerpo
pueda tener y comunicar al cerebro por
medio del sistema nervioso, también los sentidos cumplen esa unión para que el
Alma sea consciente de todo lo que le rodea y afecte y para que pueda ponerse
en contacto con el medio ambiente que rodea su cuerpo físico. De hecho, toda la
evolución adquirida, principalmente, desde nuestros primeros tiempos como
humanidad, ha sido gracias a los sentidos porque, sin ellos, no seríamos
conscientes de las experiencias, no podríamos haber investigado en este mundo
físico, y no desarrollaríamos la conciencia aquí y después de la muerte del
cuerpo físico. Entre las muchas ventajas que facilitan los sentidos del hombre
al Yo superior, están los de poder discernir entre lo que es real y lo que no y
la de poder investigar y transformar este mundo para adaptarlo a sus
necesidades de progreso.
El
ser humano es creador por medio de sus ideas y pensamientos en base a los
cuales maneja y transforma la materia física. Cuando a alguien se le ocurre
algo está creando una idea en la región superior del Mundo del Pensamiento,
después lo ampliará y razonará hasta el grado que quiera en la región concreta
de este mismo Mundo, y después lo acompañará con el sentimiento adecuado en el
Mundo del Deseo. Ese es el proceso normal, es decir, cómo el Ego influye en sus
cuerpos para manifestarse en su cuerpo físico a través del cerebro y del
sistema nervioso.
Todos los mundos se dividen en
subplanos y en cada plano hay infinidad de seres de muy diversos grados de
conciencia y otros que ni tienen conciencia como individualidad. Cuando una
persona crea un pensamiento en la región concreta de este mundo, en realidad es
una vibración o sonido al cual se une la materia correspondiente del mundo del
deseo en forma de sentimiento, deseo o emoción. Pero dependiendo de si su
naturaleza es buena o mala, así acudirá un elemental semiinteligente o
subhumano atraído para habitarle como vehículo en su desarrollo. Como es
lógico, nosotros no estamos evolucionando solos ni en el planeta ni este mundo
físico, hay infinidad de seres más
evolucionados que nosotros y también otros muchos menos por debajo de nosotros.
Bien, los elementales son formas de vida no individualizadas que están
evolucionando utilizando como vehículos
(cuerpos) nuestras emociones, sentimientos y pensamientos entre otros.
Según haya sido la voluntad y la
concentración que una persona haya
puesto a la hora de crear un pensamiento, así será la duración que tenga pero,
por lo general, cumple su misión y después vuelve a su creador. Pero cuando
decimos “vuelve” nos estamos refiriendo a que el elemental le ha utilizado como
vehículo para cumplir una misión que puede ser buena o mala según las
intenciones del pensador. Lo mismo que nosotros evolucionamos gracias a
nuestros cuerpos y al mundo físico y los espíritus de la naturaleza gracias a
la materia etérica con la que hacen los moldes de la materia física, también
los elementales lo hacen por medio de los pensamientos y la materia de ese
mundo.
De esta forma podemos comprobar
que el ser humano es un sembrador que va dejando muestras de su propia
personalidad y sembrando el espacio de elementos que pueden beneficiar o
perjudicar a la humanidad. Estos elementales reaccionan y se fortalecen con
cualquier otra forma de pensamiento que esté en su misma vibración, por eso,
nuestro deber es pensar con las mejores intenciones de ayudar y siempre de
forma que no hagamos daño a los demás.
Todas las formas de pensamiento
están animadas por una entidad de diferente grado, ya que éstas forman los
vehículos individuales dentro de estos mundos vivificando principalmente los
sentidos del cuerpo de deseos. Son las entidades del cambio porque transforman
las vibraciones en sensaciones. Son de muy diferente grado y están en todos los
cuerpos que son capaces de sentir.
¿CÓMO CONECTAN E INFLUYEN ESTAS ENTIDADES EN
NOSOTROS? Lo mismo que nosotros cogemos
materia de los mundos para formar nuestros vehículos, ellos utilizan la materia
de nuestros cuerpos invisibles para evolucionar. El hombre se pone en contacto
con estos elementales por medio del cuerpo de deseos, y gracias a estos
elementales contacta con los objetos que hay a su alrededor. Contactamos por
medio de la voluntad, las emociones y los deseos que emitimos.
Nuestro cuerpo de deseos es el aparato que
transforma las vibraciones que vienen del exterior en sensaciones y descompone
las sensaciones, sentimientos u emociones que surgen de dentro en vibraciones
que irradiamos hacia fuera.
¿CÓMO DE DESARROLLA UN PENSAMIENTO? Como
sabemos, el Ego actúa en la región abstracta del Mundo del Pensamiento, por lo
tanto, la forma de pensamiento tiene su origen en la idea original. También se
crean pensamientos forma directamente de la región concreta del Mundo del
Pensamiento puesto que normalmente pensamos de acuerdo a patrones y hábitos. Estas
formas de pensamientos están compuestas de partículas de materia mental de esa
región y producen vibraciones a su alrededor, éstas a su vez, producen
sensaciones de sonidos y colores en cualquier entidad que esté en sintonía.
Estas formas de pensamiento actúan en todas
direcciones como un color-sonido y atraen hacia sí misma al elemental que
corresponde a aquel color, la entidad que lo habite será su alma independiente.
El hombre está hablando constantemente en un lenguaje de colores atrayendo a un
sinfín de elementales buenos o malos, portadores de dicha o desgracia.
VIDA Y ACTIVIDAD DE UNA FORMA DE PENSAMIENTO:
La vida de una forma de pensamiento animada depende de la intensidad de energía
o concentración mental que le haya dado su progenitor y luego del alimento que
se le dé con la repetición de su creador o de cualquier persona. Pero cuando es
objeto de una concentrada repetición con la intención de que ese pensamiento
llegue a alguien adquiere una gran estabilidad, y como estas formas se atraen y
fortalecen mutuamente, pueden ser de gran utilidad para cualquier persona de
muy diferentes maneras.
Estas formas de pensamiento
están unidas a su creador por medio de un lazo magnético y por medio de éste y
la repetición de un mismo pensamiento u oración, se puede adquirir un hábito de
pensamiento benefactor para la persona y el medio ambiente donde se haga.
Estas formas de pensamiento pueden ser
dirigidas hacia otras personas, y cuando los buenos deseos y oraciones o
pensamientos fraternales llegan a otro, forman un grupo protector que les
defiende de las malas influencias del medio donde se encuentre y de sus
enemigos.
LOS PENSAMIENTOS DE LOS DEMÁS NOS AFECTAN:
Además de crear y proyectar formas de pensamiento, también somos como un imán
para atraer las de otros siempre que
estén en sintonía con nuestra aura y sus vibraciones, es decir, podemos atraer
grandes refuerzos de energía del exterior sean buenos o malos.
Algunas veces actuamos de manera increíble
preguntándonos después como hemos sido capaces de hacer determinada obra y
otras hacemos cosas tan malas que pensamos que nos ha tentado el demonio. Los
elementales del exterior se unen a los elementales del cuerpo de deseos y a los
de la mente y así actúan en nosotros, pero si no encuentran entidades de la
misma clase serán rechazados por el aura; aún así hay que tener claro que una
fuerte influencia del exterior en un momento de débil voluntad puede ser la
gota que colma el vaso para actuar de una manera fuera de lo común.
¿HASTA DÓNDE LLEGAN? A una escala mayor de
familia o país, estas formas de pensamiento que se atraen llegan a formar una
gran fuerza o entidad colectiva (espíritu de familia, país, localidad, etc.) y
a través de esa atmósfera astral vemos todo y nuestra respuesta afecta a todos los
cuerpos de deseos de los demás miembros. Una ejemplo claro son los espíritus de
la patria pero, como otros muchos, en los países modernos y democráticos ya no
tienen tanta fortaleza e influencia sobre los habitantes.
Esta gran fuerza puede incluso
limitar la actividad de un individuo porque cuando tenga una idea la tendrá a
través de esa atmósfera que le rodea. Si una fuerza así, sigue creciendo y es
cada vez más negativa, puede llegar a afectar a la naturaleza.
¿CÓMO SE UNEN AL EGO ESTAS FORMAS MENTALES?
La imagen mental que resulta de la idea original creada por el Ego en la región
del pensamiento abstracto, queda grabada y unida a su creador como una parte de
su conciencia.
Esta imagen la lleva consigo
durante la vida y después de la muerte hasta que, en su ascenso y después de
extraer la quintaesencia de la vida pasada, no pueda resistir las vibraciones de
la atmósfera y la deje atrás temporalmente sin perder la conexión hasta la
vuelta hacia un nuevo renacimiento. Estas imágenes evolucionan según las leyes,
causan un beneficio indirectamente en los mundos y la agregación de imágenes y
la repetición constituye el carácter.
¿CÓMO ACTÚA LA IMAGEN MENTAL? Aunque el Ego
es su creador, ésta puede ser puesta en actividad por diferentes impulsos
(buenos, malos o puramente mentales) pero siempre será el resultado del poder
creador de la mente del cual depende el karma, y sin esta imagen no habrá karma
que úna una vida con otra. Por eso los otros reinos no crean karma.
El Ego crea la idea y el sonido
construye la forma con materia mental de la región concreta del Mundo del
Pensamiento (como Dios creando su mundo) El hombre va poblando el espacio con
sus pensamientos, vibraciones y su propio mundo. Las vibraciones de la imagen
mental quedan impresas en la memoria de la naturaleza, pero en general, se
sirve del hilo que va formando el Ego por medio de las imágenes mentales para
formar su futuro destino kármico. Lo mismo que hay algo similar a un hilo donde
se unen y se relacionan todas las vidas, también hay algo parecido donde unen y
relacionan las creaciones de cada personalidad.
¿CÓMO SE FORMA EL KARMA? El hombre crea
innumerables imágenes mentales en la vida, unas fuertes y reforzadas por más
impulsos y otras débiles y vagas, pero a la hora de la muerte se encuentra con
ellas. Todas sus imágenes con sus correspondientes efectos están grabadas como
semillas que tendrán que dar sus frutos, sin importar si los pensamientos sólo
han durado unos momentos o han muerto hace mucho tiempo.
Así estarán en el Mundo del
Deseo donde las imágenes se repetirán en el purgatorio hasta que por medio del
sufrimiento valla despojándose de ellas y elevándose hacia planos superiores
(esto ocurre mientras las imágenes mentales unidas a la materia de deseos le
dominan). Esta persona se verá atraída hacia los lugares donde le lleven sus
deseos y donde tengan su origen las imágenes grabadas.
Según se eleva la personalidad hacia el cielo
se va limpiando de materia de deseos grosera. Estas ideas van quedando latentes
en la conciencia y en esos mismos planos hasta que en su próxima vida
encuentren su papel. La persona sigue despojándose de los vehículos inferiores
que se van destruyendo progresivamente según pasan los años, así queda el Ego
limpio y desnudo cuando llega al 3º Cielo.
A la vuelta hacia el
renacimiento, las imágenes mentales latentes despiertan y atraen la materia de
las diferentes subdivisiones que se convertirán en las tendencias hacia los
deseos, sentimientos y emociones del futuro cuerpo de deseos.
Así mismo, en el 1º Cielo
recogemos todo lo positivo que será el material de nuestro futuro vehículo. El
crecimiento de una vida depende del número y variedad de imágenes mentales,
porque el cielo convierte estas imágenes en capacidades y esto hace que el Ego renazca
con mayor poder de desarrollo.
¿QUÉ OCURRE CON NUESTROS DESEOS,
ASPIRACIONES, ETC.?De una forma general suele ocurrir que:
Las aspiraciones de progresar en la vida y el
deseo mismo de vivirla se convierten en facultades personales y posibilidades
de desarrollo en la siguiente.
La voluntad de trabajar y actuar se convierte
en capacidades o habilidades para la ejecución en la siguiente vida.
Los pensamientos comunes repetidos y que no
tienen carácter de aspiración ni anhelo, se convierten en tendencias de pensamiento
que, a la larga, se convertirán en hábitos.
Las aspiraciones y deseos de hacer cosas
elevadas pero que no han tenido la oportunidad de desarrollarse en el mundo
físico, dan lugar a formas de pensamiento que después serán ejecutadas a la
menor oportunidad que se presente.
El deseo intenso de obrar en cierta dirección
en una vida se presentará como impulso en la siguiente.
Por otro lado, hay que saber que la repetición
de un acto hace que éste se haga automático, esto mismo ocurre en los otros
mundos, resultando a veces que se hacen cosas que no se desean. Por ejemplo: el
toxicómano que necesita dinero y piensa persistentemente en robar, al final es
fácil que termine haciéndolo. Esto ocurre porque hemos agotado la libertad de
escoger y siempre hemos escogido la misma idea una y otra vez.
RESULTADO DE ESTE PROCESO: Después de
trabajar y meditar el Ego en todas las experiencias acumuladas, relacionándolas entre sí, y viendo el valor
que tienen, extrae las lecciones que encierran. De esta forma adquiere
sabiduría y vuelve a la Tierra con el resultado de las experiencias pasadas y
listo para crear nuevas ideas y causas.
Así pues, tenemos que los principios de
la Ley del Karma actúan sobre las formas mentales de la siguiente manera:
*Las aspiraciones y deseos elevados se
convierten en posibilidades para la
ejecución de sus proyectos.
*Los pensamientos repetidos o hábitos de
pensamiento se harán tendencias (buenas o malas según sean).
*La voluntad de actuar y de construir se
convertirán en medios para futuras acciones.
*La quintaesencia de las experiencias se
convierten en sabiduría.
*Las experiencias dolorosas en conciencia.
DE VUELTA A LA TIERRA: El Ego desciende desde
el Mundo del Pensamiento hasta el Mundo del Deseo donde forma su cuerpo de
deseos como primer resultado del karma extinguido. Entonces las imágenes que
habían quedado latentes en la conciencia a su ascenso y paso por el purgatorio,
son exteriorizadas y atraen el material que corresponde a su naturaleza según
su vibración, siendo estos los futuros elementos que formen la base del futuro cuerpo de deseos y que se manifestarán
como deseos, emociones y sentimientos.
Una vez hecho esto, recibirá el
molde del cuerpo vital de manos de los Ángeles del Destino, construido también
con arreglo a los elementos proporcionados por el Ego y de acuerdo con la
naturaleza y duración del arquetipo que se formó en el Mundo del Pensamiento
antes de comenzar a descender; a este molde se adaptará el cuerpo físico según
se vaya formando en el vientre de la madre y según vaya creciendo.
Estas poderosas inteligencias
espirituales están relacionadas con el karma de los hombres y los nacimientos
de los niños, son los registradores del karma y los que dan el molde del cuerpo
vital adaptado a la expresión de sus facultades mentales y pasionales.
Cuando estos Ángeles forman el
molde del cuerpo vital, escogen los elementos adecuados para su construcción
dependiendo de las cualidades que haya de manifestarse; así el cuerpo vital se
convierte en un instrumento kármico que será el fundamento para las facultades
y limitaciones del Ego.
Este cuerpo vital es llevado a
la raza, país, familia y condiciones sociales más convenientes para la
extinción de su karma.
ACTUACIONES QUE DETERMINAN EL MEDIO DE VIDA:
*El que se haya esforzado por servir en unas
condiciones normales de vida, tendrá mayores medios para hacerlo en la futura
vida.
*El que haya servido mucho en una esfera
limitada, nacerá con una buena posición para auxiliar a otros más a menudo.
*Las oportunidades que se tienen en el
destino y que no se aprovechan serán limitaciones y desdichas en la próxima
vida.
*Los medios no aprovechados se transformarán
en aspiraciones frustradas.
*Las violaciones de la Ley y los daños
causados a otros, traen un cuerpo vital defectuoso que causará defectos
congénitos y limitaciones del cuerpo físico.
*Los servicios en forma de escritos e ideas
escritas o habladas suelen favorecer el desarrollo espiritual y mental.
*Una persona que regala algo para el disfrute
del prójimo, obtendrá un medio de vida confortable, pero el disfrute que haga
de esa “recompensa” dependerá del individuo.
El Ego suministra los materiales
del karma y estos son empleados por los Señores del Destino, el Ego forma el
carácter y los Ángeles forman el cuerpo y la esfera de acción.
COMO CONSTRUIMOS NUESTRA PROPIA PRISIÓN: El
ser humano tiene limitaciones y defectos (como por ejemplo una mente débil que
cede ante las pasiones y tentaciones) es ignorante, está limitado en sus
habilidades y no puede evitar ciertas penalidades entre otras cosas. Está
limitado por sus acciones y forma de pensar en su vida pasada, sin embargo, el
Ego, aún dentro de esa prisión que él mismo se ha creado, tiene un libre
albedrío y una voluntad para crear un futuro mejor y más libre por medio de
intentar hacer las cosas bien y así vencer sus debilidades y fortalecerse en lo
espiritual.
Por consiguiente, él es el
carcelero de su prisión y, aún dentro, puede derribar los muros que construyó
en el pasado. Si sufre una injusticia por su mal pensar en el pasado la debe
sufrir con paciencia y intentar ser creador de sentimientos y pensamientos
nuevos y elevados, así la ley que encadena y que es considerada muy dura, se
convierte en alas para liberarse de sus propias ataduras y para elevarse en su
desarrollo espiritual.
MIRANDO AL FUTURO: Cuando conocemos las leyes
divinas y las comprendemos y llevamos a la práctica, tenemos la obligación de
comenzar a cambiar nuestro carácter para aumentar la fuerza de voluntad y las
facultades mentales, morales y espirituales; sabiendo que en lo que pensamos
nos convertimos, debemos trabajar sobre ideales elevados y pensando en el
efecto futuro de nuestras nuevas causas.
A diario, debemos (sin prisa
pero sin pausa) meditar y vivir con persistencia los ideales espirituales para
construir un buen cimiento. Conociendo la Ley, superaremos los obstáculos y
aprovecharemos las experiencias.
CONSTRUCCIÓN DEL DESTINO: Cuando el hombre
llega a adquirir este conocimiento oculto y cómo trabajan las leyes divinas
sabe que, además de formar su carácter, también puede construir su destino
momento a momento en la presente vida.
Si a uno le mandan un mal
pensamiento, él puede responder con uno bueno evitando que se fortalezcan en su
unión y que causen un mal mayor a otros; a la vez serán neutralizados y destruidos;
(la compasión destruye al odio)
La persona que conoce la Ley
crea pensamientos de pureza, de amor y devoción para destruir el mal. Los
pensamientos elevados dirigidos con fuerza vencerán a los que otra mucha gente
crea ignorantemente a diario y que causan mal allá donde estén.
DEBEMOS MIRAR EL PASADO Y HACIA EL FUTURO:
Además de formar el carácter y obrar con buena voluntad sobre las formas de
pensamiento que constantemente estamos creando, el hombre puede empezar a comprender
los hechos de su pasado y programar los hechos de su futuro; por estos medios
puede cambiar el porvenir.
Debemos introducir nuevas y
poderosas fuerzas espirituales para contrarrestar las negativas que nos vienen
del pasado y así hacer que tomen una nueva dirección. No podemos quitarnos el
pasado, pero sí podemos modificarlo o neutralizarlo introduciendo causas nuevas
y deseos y aspiraciones nobles.
¿CÓMO CESA EL KARMA? Sabiendo que la base del
karma es el pensamiento unido a los deseos y sentimientos, podemos decir que el
karma nos ata a la rueda de renacimientos porque la humanidad necesita pensar y
sentir. La Ley Kármica que sujeta a la humanidad no está en la acción, sino en
el deseo o apego al fruto de la acción. El Ego desea y la naturaleza responde
otorgando, cada causa en pensamiento, palabra y obra tiene un efecto y, el
deseo es el hilo que une la causa con el efecto.
La solución está en hacer las
cosas como deber o incluso como si fueran para Dios y sin ningún apego o
interés por el resultado, así actuamos en armonía con las Leyes divinas
operando como una fuerza que trabaja de acuerdo con la Voluntad de Dios.
Así, todas las actuaciones
tienen un carácter de sacrificio y perfecta obediencia a la Ley, por tanto, “La
acción se ejecuta como deber y el fruto se dona como obsequio a la humanidad”.
La persona que ha alcanzado el
estado de inanición en la acción, ha alcanzado el secreto de hacer cesar el
karma.
DISCERNIMIENTO EN NUESTRAS ACCIONES: No se
trata de matar el sentimiento que viene del corazón, ni matar el deseo
haciéndonos piedras insensibles, sino al contrario, nos perfeccionamos
respondiendo a todo, precisamente porque nada deseamos, sino que lo damos a los
demás. Nuestra única misión es romper las cadenas para ser útiles a los demás
dándoles todo sin esperar nada a cambio.
En principio somos atraídos por
los deseos para gozar, luego por los deseos más elevados y espirituales. Ningún
deseo puede retener a los Maestros y sin embargo, ellos renacen por un impulso
divino interno para ayudar a la humanidad a elevarse.
RESUMEN: La humanidad puede liberase de la
esclavitud y acelerar su evolución por medio del conocimiento, convirtiéndose
así en ayudantes para la salvación del mundo.
El conocimiento de la Ley nos da serenidad,
sobre todo cuando sabemos que todo lo que nos ocurre es por nuestra propia
causa.
Así debemos hacer frente al karma doloroso con
un corazón alegre sabiendo que hay que agotar el karma y que lo que hemos
pasado, ya no volverá a pasar. Es muy útil para nuestro desarrollo hacernos uno
con la Ley del Karma en cada minuto que pasa, porque nos hacemos fuertes,
serenos y dichosos.
Debemos intentar que nuestros
pensamientos sean siempre vehículos de elementales espirituales que por donde
vallan causen el bien.
RECORDAD QUE:
*Nuestro cuerpo de deseos es el complemento
de los pensamientos y según sea el pensamiento así será el sentimiento o deseo.
*Según la naturaleza y la fuerza que pongamos
en el pensamiento, así puede alcanzar su objetivo o no, para bien o para mal.
*Si pensamos en positivo siempre tendremos un
escudo protector contra el mal.
*Que los pensamientos se unen y fortalecen y
son atraídos por otros.
*Que vamos poblando la atmósfera con nuestros
pensamientos y deseos.
*Que en lo que pensamos en eso nos convertimos.
*Que estamos creando nuestra futura vida,
nuestros cuerpos y nuestras tendencias.
*Que podemos cambiar nuestra vida haciendo
frente a nuestro destino por medio de pensamientos espirituales y deseos
elevados.
*Que nosotros creamos nuestra prisión por
medio de la repetición de lo negativo.
*Que el karma cesa cuando actuamos como
instrumentos de Dios y de acuerdo con Su voluntad, actuamos sin apego ni deseo,
sino como un deber.
AXIOMA
“Sólo nuestras propias obras pueden
estorbarnos, sólo nuestra propia voluntad puede encadenarnos. La naturaleza no
puede esclavizar al Ego que ha obtenido el poder por medio de la sabiduría y
emplea ambos por medio del Amor”.
Francisco Nieto
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